1.
Te dieron ganas de encontrar una amistad tan divertida y noble como la de Elisa y Giles.
2.
Te hizo valorar a los amigos que tienes en tu vida.
3.
Deseaste con todo tu corazón tener a una Zelda en tu vida.
4.
Volviste a creer en el amor.
5.
Y también en el destino...
6.
Te diste cuenta que los peores monstruos muchas veces se ven como personas comunes y corrientes.
7.
También que las apariencias pueden engañar.
8.
Te cayó el veinte de que, muchas de las cosas más feas que pasan en el mundo, son decididas por unas cuántas personas con egos muy grandes.
9.
Aprendiste que los pequeños detalles pueden cambiar vidas.
11.
Especialmente en la espectacular escena del sueño en blanco y negro.
12.
Te sacó de pedo (y te dio risa) toda la secuencia del pene submarino.
13.
Valoraste el uso del lenguaje de señas como una gran forma de insultar silenciosamente.
14.
Deseaste tener un hombre anfibio cerca para curarte de todos los males.
15.
Te quedó claro que el dicho "la curiosidad mató al gato" a veces puede ser muy real.
16.
Te preguntaste: ¿cómo una película podía ser tan sangrienta y tierna a la vez?
17.
Hablando de cosas sangrientas y asquerosas... TODO el asunto de los dedos: AGRRRRRRSHGDJDHDJDHDFFFFF.
18.
La secuencia para liberar a la criatura y la persecución de Strickland hizo que te acabaras las uñas de los nervios.
19.
Pero, al final de la película, saliste llenx de esperanza, porque te diste cuenta que existe un roto para cada descosido.
