Hoy no fue un día cualquiera.
Hoy llegamos más lejos de lo que muchos pensaron que podíamos llegar.
Hoy demostramos que tenemos todo lo que se necesita para ganar.
Demostramos que juntos podemos superar cualquier obstáculo.
Y que no hay sueño imposible de alcanzar.
Porque hicimos caso omiso a las negativas y demostramos que sí se puede.
Así que todos, sin importar quiénes somos o qué hacemos, nos unimos para festejar este momento.
Porque hoy fue un día para estar orgullosos de ser mexicanos.
Y gritarlo a los cuatro vientos.
Fue un día para unir nuestras gargantas para cantar el gol.
Y para disfrutar con nuestros amigos.
Fue un día para reír y festejar.
Para cumplir apuestas.
Y para hacer todas las locuras que queramos.
Fue un día para agradecerle a nuestros seleccionados y estar orgullosos de su victoria.
Porque, a pesar de que muchas personas no creían en nuestros jugadores, ellos nunca dejaron de creer en sí mismos.
Y jugaron como lo que son: grandísimos jugadores y héroes nacionales.
