41 Cosas que reconocerás inmediatamente si alguna vez te ha bajado

    Cada vez que te levantas juras que estás manchadísima.

    1. Has estado completamente segura de que manchaste tus jeans, corrido al baño para comprobarlo y luego descubriste que la incómoda humedad en realidad era solo sudor de tus pompas o de la vagina (nunca estás segura de cuál).

    2. Le pediste a alguien una toallita o tampón y luego te decepcionaron cuando te entregaron uno para el período más ligero del mundo, cuando estás en el segundo día y casi desangrándote.

    3. Has pasado una gran cantidad de tiempo inspeccionando un coágulo de sangre particularmente impresionante.

    4. Y te has maravillado ante el hecho de que era "tan blandito". Iú.

    5. Te has colocado perfectamente una toallita a la noche, solo para despertar y encontrarla toda movida hasta la mitad de tus calzones y tus sábanas manchadas.

    6. Sabes que ver la sangre correr en la regadera es extrañamente satisfactorio .

    7. Si tus calzones se manchan de sangre no te queda más que aceptar el hecho de que quedarán manchadas por el resto de sus vidas.

    8. Pero igual los seguirás usando.

    9. Le has puedo apodos extraños a tu período, como "La boda roja" y la "Semana del tiburón".

    10. Has hecho el "paso del pingüino" cada vez que te empieza a bajar de forma inesperada y tienes que ir al baño. .

    11. Varias veces tu vello púbico se ha adherido al adhesivo de tu toallita y te ha dolido hasta el alma arrancándotela.

    12. Has estado convencida de que todas las personas con las que hablas están conspirando para hacerte enojar (pero chance es SPM).

    13. Les has pedido a tus amigas que revisen la parte de atrás de tus jeans, "por si las dudas".

    14. Has metido un tampón o toallita en tu manga para llevarlos al baño.

    15. Has llevado tu bolsa entera al baño, y luego algún chismoso te ha preguntado "¿por qué llevas tu bolsa al baño?".

    16. O peor aún, "¿te estás yendo?" porque cargar con tu bolsa hace parecer que te ibas a ir, haciéndolo todo mucho más obvio.

    17. Le has dado a una un producto para la menstruación a una amiga como si intercambiaras drogas.

    18. Has tosido al abrir una toalla porque no quieres que se enteren que es tu cuarta toalla en dos horas.

    19. También te has dejado el tampón o la toallita más tiempo del recomendado, porque eras muy floja como para cambiarla.

    20. Y luego te arrepentiste de no haberlo hecho en el momento en el que podías y te sentiste incómoda un ratote más.

    21. Varias veces has creído que tu periodo ya acabó, y has dejado de usar protección solo para que regrese recargado a mancharlo todo.

    22. O todo lo contrario. Has usado una toallita o un tampón en un día en el que definitivamente no era necesario.

    23. Has llorado muchísimo por algo tontísimo, como un video de un bebé erizo comiendo una zanahoria.

    24. Luego comenzaste tu período al día siguiente y pensaste "ahhhh, era por eso".

    25. Has pasado muchísimo tiempo limpiándote la vagina para asegurarte de que se había ido hasta la última gota de sangre.

    26. Tuviste que limpiar el asiento del inodoro después de sentarte encima, porque de alguna manera lograste que quedara sangre de un vello púbico particularmente largo y goteante.

    27. Has dejado un reguero de sangre intentando pasar del excusado e la regadera.

    28. Te has quedado muy quieta a propósito para evitar que la sangre se derrame por todos lados.

    29. Has tenido que apretar dos veces el botón del inodoro porque, por alguna razón, una terca línea de sangre no desapareció la primera vez.

    30. Compraste productos sanitarios en pánico cuando te diste cuenta de que ya no traías en tu bolsa.

    31. Y has tenido que improvisar con papel y algodón.

    32. Te has ganado más de un par de calzones como protección adicional.

    33. O has duplicado las toallitas para evitar derrames.

    34. Sacaste un tampón y la sangre que goteaba por tus dedos te dejó un poquito asqueada.

    35. Usaste una toallita que no era lo suficientemente pegajosa y no tenías una de repuesto, así que tenías que dejarla ser y esperar a que la fuerza de tus muslos la mantuvieran en su lugar.

    36. O tuviste problemas para colocar las alas en el lugar correcto, intentaste ajustarlas y las arrugaste en el proceso, haciéndolas inservibles.

    37. Tu vagina comenzó a picarte y no has podido acceder allí, así que terminaste usando tu toallita como herramienta de rascado.

    38. Has estado en un lugar donde no había bote de basura para tirar el tampón o la toallita, así que la envolviste en papel, la mantuviste en tu mano y la arrojaste en algún bote al azar cuando nadie miraba.

    39. Has tenido problemas para cambiar tu copa menstrual en un baño público por miedo a que alguien entrara de golpe a preguntarte qué diablos estabas haciendo.

    40. Ha parecido que te estás sacando el calzón cuando en realidad te estás sacando la toalla.

    41. Y, no te has podido acostumbrar a la cantidad de popo que produces cuando estás en tu período.

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    Este post fue traducido del inglés.