1.
Los fans se prepararon con tiempo.
2.
Con todo y playlist incluído.
3.
Aunque para algunos el partido solo era un pretexto para armar la carnita asada.
4.
Hubo quienes recurrieron a sus santos favoritos para pedir por el triunfo de su equipo.
5.
También personas que solo pedían que no se salieran de control las cosas.
6.
Porque, obvio, no había forma de que toda la ciudad terminara de buenas.
7.
Probablemente lo mejor sería tomarse unos días para calmar las cosas luego del drama.
8.
Porque muchos se imaginaban que la ciudad se vería así después del partido.
9.
Fueron más de 90 minutos de puras emociones fuertes.
10.
Los que estaban en casa tuvieron que ingeniárselas para disfrutar, a pesar del frío.
11.
Algunos suertudos encontraron la forma de conseguir boletos con métodos muy inteligentes.
12.
Otros cavaron su propia tumba desde que llegaron al estadio.
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Mientras más pasaban los minutos, los Rayados iban perdiendo la fe.
14.
Y las ganas de comer carnita asada.
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Ah, pero la semana pasada...
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Al final del día, lo importante es que se hizo la carnita asada.
