Desde principios de este año, se confirmó el regreso de la NFL a México con un partido entre los Patriotas y los Raiders.
Se anunció que la venta de boletos se dividiría en tres fases: preventa de Banorte (el banco patrocinador), preventa de fans y venta general.
Y así comenzaron los problemas... Primero, no todos recibieron sus códigos a tiempo.
Después, como era de esperarse, los boletos de la preventa bancaria se agotaron en cuestión de minutos.
Y la historia se repitió el día de la venta general.
Algunos no pudieron conseguirlos ni con el código especial.
Y, para antes de las 11 de la mañana, los boletos oficialmente se habían agotado.
Obviamente, los fans están molestos y desilusionados.
Porque ahora, la única forma de conseguirlos, es por medio de la reventa.
Twitter está infestado de gente buscando hacer negocio.
Y no solo está pasando en las redes sociales, en algunas páginas de Internet se pueden conseguir a precios ridículamente altos.
Los boletos más baratos costaban alrededor de 800 pesos en Ticketmaster. En Stubhub, un sitio dedicado a la reventa legal de boletos, los encuentras en $9,500.
En mexface.com los puedes encontrar hasta en 1,250 dólares.
La gente está indignada por la situación.
Algunos hasta están recurriendo a la PROFECO.
Porque consideran que fueron víctimas de un fraude.
Y exigen una solución a lo que les pasó.
BuzzFeed México se puso en contacto con la PROFECO y estamos en espera de que emitan un comunicado oficial.