1. Si hacías "caras" y "te daba un aire", no te quedabas así.

Solo te lo decían para que salieras bien en las fotos.
2. Lo sentimos, el ratón de los dientes no venía por la muela que se te acababa de caer.

Lo más probable es que aquel diente de leche que se te cayó acabó en el bote de basura, o peor aún, se convirtió en un collar que usaban tus papás. ¡Ew!
3. Si te tragabas un chicle no se te iban a pegar las tripas.

El jugo gástrico es tan potente que la goma de mascar no dura mucho en tu cuerpo.
4. Todas las que te dijeron las caricaturas:

No se puede prender una fogata abajo del agua como lo hacían en Bob Esponja, ni comer espinacas hace que te crezcan los músculos al instante como a Popeye.
5. Las famosas frutitas rojas de estos arbustitos NO SON VENENOSAS.

Normalmente las encontrabas en el espino de fuego y resultan ser muy nutritivas, aunque pueden darte un poco de gastritis.
6. No te quedabas chaparrito si no tomabas leche.

Nada más ve cuánto creciste, Jorgito...
7. Comerte las semillas de algún fruto no hacía que te creciera en el estómago.

"¡Te va a salir un arbolito si te comes la semilla!" Nope.
8. Los champús que decían "sin lágrimas" no evitaban que lloraras.

Si tuviste uno de estos, seguro, seguro, seguuuuro, abriste los ojos cuando tenías champú en la cara... y lloraste.
9. No te morías si te metías a la alberca después de comer.

Neta, hasta hicimos una investigación.
10. Y los camellos no tienen agua en la joroba.

¡Tienen grasa!
11. El Viejo del Costal no existe.

Más bien fue un invento para persuadirte de NO abrirle la puerta a desconocidos.
12. La regla de que te puedes comer algo que se te cayó al piso si lo recoges antes de cinco segundos, es falsa.

En cuanto un alimento se cae, este se llena de gérmenes, bacterias y otros microbios.
13. Tu primaria no fue construida arriba de un panteón ni salían fantasmas cuando te quedabas hasta tarde.

Seguro un compañerito te choreo, te la creíste, y le pediste a tus papás que pasaran por ti más temprano.
14. A los bebés no los deja la cigüeña.

Aunque usted, no lo crea.
15. Ni los Reyes magos, ni Santa, ni el niño Dios te veían todo el tiempo cuando hacías travesuras.

"Si te portas mal, los Reyes no te van a traer nada." "No digas mentiras porque vas a hacer llorar al Niño Dios." Seguro sufriste de paranoia en algún momento de tu infancia.
16. Ver a dos perros haciendo cachorritos no provocaba que te saliera una perrilla.

Pero que te dijeran esto servía para bajar tu nivel de morbosidad.
17. Y una de las más dolorosas... CHABELO NO ES UN NIÑO.

De hecho, ni siquiera nació en México.