1.
La verdad es que te hartaste de ver que todos van al gym y decidiste hacer lo mismo.
2.
Te negaste mucho tiempo, pero la hora llegó.
3.
Aunque nadie creía en ti, lograste inscribirte.
4.
Nadie te puede juzgar por no haberlo hecho antes, ¡hacía mucho frío!
5.
Lo bueno es que siempre hay estrategias para enfrentar esas condiciones.
6.
Si encuentras la inspiración correcta, ir al gym no es tan difícil.
7.
Lo cierto es que puede ser que no sea la primera vez que lo pisas.
8.
Si ya estuviste ahí, y lo abandonaste un rato, tus compañeros te van a ver feo.
9.
Tu propio cuerpo te va a demostrar que el tiempo no pasa en vano.
10.
Aunque creas que un mes no es nada, tus piernitas tambaleándose te demostrarán lo contrario.
11.
Si es tu primera vez, lamentamos decirte que tampoco será fácil.
12.
Pero eso no es lo peor, lo más duro es darte cuenta que tus músculos no son tan poderosos como pensabas.
13.
Estar sufriendo tanto que ni siquiera te dé tiempo de tomarte selfies.
14.
Tal vez lo más feo sea llegar con un chingo de autoestima y perderla cuando ves a los demás.
15.
¿O es peor que un desconocido te haga plática mientras sudas e intentas levantar diez kilos?
16.
¡Ah! No, no, lo peor es pagar una fortuna para ir... cuatro veces. :(
