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    19 horrores ocultos de la paternidad que nadie te cuenta

    Cada uno por separado no es gran cosa, pero juntos son como miles de diminutos cortes.

    El intérprete y profesor de Upright Citizen's Brigade, Doug Moe, es un padre que se quedaba en casa, así que conoce los grandes horrores de la paternidad, como las cacas raras, la falta de sueño y los lloriqueos. Sin embargo, hay otros horrores sobre los que nadie habla.

    En su nuevo libro, Man Vs. Child: One Dad’s Guide to the Weirdness of Parenting, Moe expone pequeñas molestias que, al acumularse, te vuelven loco. Cada una por separado no es gran cosa, pero juntas son como miles de diminutos cortes.

    Ya sabes, cosas como:

    1. Niños saltando encima de ti sin previo aviso.

    2. Se les cae el helado al suelo, incluso cuando les dices que tengan cuidado, y luego piden otro. ¡Y otro más cuando ese se les cae!

    3. Te hacen buscar monedas desesperadamente en los bolsillos para poder subirse a uno de esos caballitos mecánicos que hay fuera de las tiendas.

    4. Cuando les das la mano para ir por la calle, tiran de tus brazos hasta casi derribarte.

    5. Quieren que los lleves en brazos. Luego quieren que los bajes. ¡Luego quieren que los vuelvas a llevar!

    6. Sacan de la basura los 'proyectos de arte' que has intentado tirar a sus espaldas.

    7. Tienes que comprarles cosas siempre que vais a cualquier sitio. Mejor prepara un presupuesto de 2 a 10 euros para trastos para críos siempre que salgáis.

    8. Pegan a otros niños delante de ti, así que tienes que intervenir.

    9. Roban juguetes de otros niños en el parque. Y de forma muy evidente; sin sutilezas.

    10. Dan vueltas y más vueltas todo el rato. ¡Parad!

    11. Te hacen llevarles un millón de cositas y, si alguna de ellas se pierde, ocurre una tragedia de proporciones épicas.

    12. Se pillan los dedos con las puertas. Y con los armarios. Y con los cochecitos, sillas y, en general, con cualquier cosa. ¡Dejad de meter los dedos en sitios!

    13. Les preparas comida caliente y se olvidan de ella, por lo que se enfría y tienes que calentarla de nuevo.

    14. Se recuestan sobre ti todo el rato, como si no tuvieran centro de gravedad, poniéndote sus caras sudorosas y mugrientas encima.

    15. Querían una cama de niño mayor y ahora no quieren dormir en ella.

    16. Se saltan la siesta, se ponen de mal humor y se quedan dormidos de vuelta a casa, echando a perder también tu hora de acostarte.

    17. Quieren saber si "hemos llegado" cuando lleváis dos minutos en el coche.

    18. Se marean, así que tienes que pararte para hacer un descanso. Pero se marean una y otra vez y dejas de hacer descansos. Entonces, vomitan.

    19. A la hora de acostarse no tienen sueño y no pueden dormir. ¿Cómo puede ser posible?

    Man vs. Child: One Dad’s Guide to the Weirdness of Parenting ya está disponible.

    Este artículo ha sido traducido del inglés.