Alguien filtró a internet imágenes sexuales de esta chica sin su permiso pero ella decidió luchar para que nadie más viva lo mismo

    Un grupo de mujeres en México está trabajando para que se castigue la difusión de imágenes íntimas en redes sociales. En Puebla lograron que se castigará hasta con 6 años de cárcel a quien publique, solicite o distribuya este contenido.

    Olimpia Coral tenía una vida común en Huauchinango, Puebla, un municipio de 100 mil habitantes, cuando decidió grabar un video íntimo con quien era su pareja. Era 2013. Pero su vida se transformó cuando alguien robó de su teléfono este contenido y lo subió a internet. De pronto se convirtió en víctima de violencia digital sin que ella supiera cómo se llamaba o qué podía hacer.

    Su video íntimo comenzó a circular por grupos de Facebook llamados Rólalas Huauchinango, Putitas Huauchinango o Quémalas por Pendejas Huauchinango. Ella, de profesión abogada, no sabía que ese tipo de grupos existían.

    “Alguna vez con mi confianza y amor hacia mi pareja tuvimos sexo y él me grabó de forma que solamente me veía yo. Para mi fue algo normal, no pasó a más. Pero pasó el tiempo, terminé con él", contó.

    Alguien le avisó a Olimpia que su video se había publicado, comenzó a investigar y concluyó que su ex pareja no era el responsable sino que había sido alguien de su oficina pero nunca supo exactamente quién.

    "En estos grupos subieron una fotografía mía con un modus operandi de ‘a los 30 likes le subo su video completo’. Pero no subieron nada y vieron que tuvo éxito y así hasta que llegaron a mil 500 likes, lo subían y bajaban. El video se subió a estos grupos que en total tenían 60 mil miembros, quiere decir que más de la mitad de la gente (de Huauchinango) estaba metida en el espacio digital para chingarnos”, narró la abogada.

    A partir de esa situación, se enteró que no había ningún delito que perseguir e incluso fue víctima de “sextorsión”.

    “Me decían ‘te bajo tu video si me das más material a cambio’ porque no pueden quedarse sin contenido estas páginas”, dijo Olimpia. Para ella, este episodio de 2012 era tan agresivo como la violencia física.

    “Cada like que tuvo ese video fue un ‘cibergolpe’ para mí. Entendí que había un problema gigante. Como todas (las víctimas) quieres suicidarte porque tu cuerpo desnudo está evidenciado y pierdes tu dignidad como mujer, sientes que pierdes tu valor como persona en la sociedad. Así comencé mi lucha, dije ‘algo tiene que pasar aquí’”, dijo Olimpia.

    Este hecho la sensibilizó, conoció a otras mujeres que también habían sufrido problemas similares y entendió que en muchos casos los responsables operan de la misma forma. Por eso tomó la decisión de formar en Puebla el colectivo “Mujeres contra la Violencia Digital”, a fin de brindar herramientas a las víctimas, hacerles saber que ellas no tienen la culpa y acompañarlas en el proceso.

    “Yo tuve que cambiar mi nombre, en ese momento para todos yo era Olimpia, la Gordibuena de Huauchinango. Han pasado tantos años y mi video sigue en páginas porno de China, Rusia, Australia y Estados Unidos”, recuerda.

    Un área gris

    Cuando ocurrió este ataque, la discusión en torno a la pornografía no consentida en México no era común. En inglés, el término es conocido como revenge-porn y en Latinoamérica ha derivado en porno venganza. Incluso, algunas legislaciones así lo han formulado.

    Sin embargo, defensoras de los derechos digitales de la mujer, como ella, piden que se le llame violencia digital o difusión no consentida de contenido íntimo.

    A través de denuncias masivas a perfiles y páginas de Facebook, Olimpia y otras mujeres lograron desactivar todas las páginas de Huauchinango que compartían este contenido. Uno de los datos más relevantes fue descubrir que la mayoría de las direcciones IP de estas páginas provenían de cafés internet.

    “Ahí operan todo de una manera pirata. Uno de los cafés costaba 5 pesos y de ahí salía información que iba a los mercados de explotación virtual de mujeres, porque no se llaman grupos de ‘packs’”, explicó.

    Un eufemismo

    Por su parte, Erika Smith, quien coordina el proyecto de Dominemos la Tecnología en México para la Asociación para el Progreso de las Comunicaciones (APC), expresó a BuzzFeed News México que llamarle porno venganza sería como decirle "crimen de pasión" al feminicidio.

    “La pornografía es un acto consensuado y es una industria. La venganza es un término mucho más preocupante, pues borra por completo el hecho de que haya otras personas dándole difusión y apela a que la única persona que lo está haciendo es la pareja. Pero tal vez lo hace porque puede y no se quiere vengar. Hay mil razones (para publicar las imágenes) que no involucran venganza", dijo.

    "Y éste término además culpa a la víctima, porque si hay alguien que se quiere vengar es porque algo le hiciste: tal vez si no hubieras roto con él, no tendrías este problema. Y además, borra el hecho de que es una violación de la intimidad; derechos básicos de consentimiento”, sostuvo Smith.

    Sin Ley ni castigo

    En México todavía no existe una Ley que castigue la difusión de contenido íntimo no consentido a nivel nacional. El 2 de agosto de 2016 ,el Grupo Parlamentario del partido Movimiento Ciudadano presentó una propuesta de reformas a los artículos 211 y 259 del Código Penal en el que solicitan una pena de hasta 12 años de prisión o 600 días de multa a quien revele información o imágenes en una comunicación privada digital.

    El 15 de diciembre de 2016, la iniciativa de los diputados Clemente Castañeda y Verónica Delgadillo fue aprobada por unanimidad en la Cámara de Diputados. No obstante, la propuesta también buscan sancionar el sexting.

    “Esta iniciativa en la Cámara ya pasó y ahora está en la cancha del Senado aprobarla”, dijo el diputado Clemente Castañeda a Buzzfeed News México.

    ¿Y los Estados?

    En Puebla, el delito se persigue como ultrajes a la moral, mientras en Querétaro es revelación de secretos. En cambio, en Jalisco, el Estado de México, Aguascalientes y Chihuahua está tipificado como sexting.

    “Eso nos frena mucho porque dicen: ‘¿Cuál es el problema? que las mujeres se tomen fotos desnudas y las manden, pues hay que tipificar el sexting’. Hay un gran desconocimiento de la cultura digital en nuestro país, para ellos es un espacio vacío y no va a existir nada de lo que ahí pase”, expresó Olimpia.

    El derecho a tomarse nudes

    Hace unas semanas, el sitio oficial del Gobierno de México publicó esta guía para ayudar a las víctimas de porno venganza. El texto hace creer que la circulación de estas imágenes sólo se reduce a Facebook y Twitter y omite a otras redes sociales y sitios web. Además, esta campaña se enfoca en persuadir a los jóvenes a no tomarse nudes como la mejor manera de evitar la violencia digital.

    Al respecto, la Red en Defensa de los Derechos Digitales (R3D), presentó este artículo contra la campaña presentada en 2016 “Pensar antes de sextear”. R3D defendió el derecho de las personas a sextear y enviar nudes, en el que reitera que el problema no es la existencia de material visual íntimo sino su divulgación sin consentimiento y prohibirlo sólo perpetúa los roles de género.

    “Ser víctima de violencia digital es como tener un tipo cáncer. Llegas, te operan y tal vez puedas extirpar el tumor pero siempre vas a vivir con miedo de que regrese. Denunciamos, hacemos, bajamos contenidos. Pero es algo con lo que tienes que aprender a vivir toda tu vida, porque pueden pasar años, tener otra pareja e hijos, pero alguien puede volver a subir los contenidos y sientes lo mismo que la primera vez”, señaló Olimpia.

    A raíz de esto, en marzo de este año, Olimpia decidió formar con más de treinta colectivas feministas el Frente Nacional por la Sororidad que entre otras actividades, se dedica a ayudar a las víctimas de "sextorsión" y difusión de contenido íntimo no consentido. Sin embargo, asegura que es una labor que tendría que corresponderle al Estado mexicano a través de una fiscalía especializada.

    Una propuesta para la CDMX

    El Frente Nacional por la Sororidad introdujo una propuesta de Ley en la Asamblea Legislativa de la Ciudad de México contra la violencia digital que contempla tres puntos centrales: una fiscalía especializada, una ampliación de las facultades de la Policía Cibernética y obligar a Facebook y el resto de las redes sociales y empresas digitales a reconocer y atender con perspectiva de género a las víctimas. Todos los partidos estuvieron de acuerdo, menos el PRI. La propuesta se volverá a discutir después del receso decembrino de los legisladores.

    “A partir de la reforma electoral, cualquier ciudadano puede proponer y reformar leyes, entonces vamos a anunciar una campaña permanente hasta el 9 de marzo para juntar las firmas necesarias e impulsar una reforma desde los colectivos y las mujeres, para solicitar como primera instancia que se reconozca en la Ley General de Acceso a una Vida Libre de Violencia la modalidad de violencia digital”, expresó Olimpia.

    En Inglaterra y Gales, hay más de 200 personas procesadas debido a esta causa pues la difusión de contenido íntimo no consentido está tipificada como delito desde 2015. En España, se castiga con hasta un año de prisión.

    “La Policía tiene poca capacidad de investigación e ir a demandar no necesariamente frena la distribución, hay legislación que podría responder desde los ámbitos de acoso o amenaza, pero hay muy poca voluntad”, según Erika Smith.

    ¿Qué hacer?

    El Frente Nacional por la Sororidad tiene dos líneas telefónicas y un chat en Facebook para atender a las víctimas de violencia digital. Realizan acompañamiento, reportan las cuentas y asesoran para saber cómo informarle a las familias de las víctimas, además de que dan pláticas de prevención. Todo lo hacen con recursos propios.

    Erika Smith, por su parte, recomienda las siguientes estrategias a valorar por las víctimas de pornografía no consentida siempre y cuando sean mayores de edad:

    1. Verificar tu privacidad en redes sociales, especialmente que la lista de tus amigos y contactos sólo la puedas ver tú para evitar que sea usada como un arma en tu contra.
    2. Identificar quién filtró el contenido íntimo, cómo lo hizo, si tú misma lo publicaste o se lo compartiste a personas específicas y si conoces perfectamente a la persona que te está agrediendo.
    3. Reportar que ésta persona está abusando de los derechos de la plataforma (en Facebook, Instagram o Twitter) y pedir que su perfil sea eliminado. Para esto hay que guardar siempre la URL del perfil del agresor, pues las impresiones de pantalla no siempre son válidas.
    4. Si el agresor se trata de un conocido, confrontarlo directamente o a su familia, como una manera de apelar a su sensibilidad o ética moral.
    5. Acudir al trabajo de la persona a decir lo que hizo.
    6. Escribirle al sitio porno que difundió el video o las imágenes, porque para que lo publiquen tendrían que tener el consentimiento de los involucrados, decir que no lo autorizas o de lo contrario tomarás acciones legales. Es probable que así lo retiren.
    7. Verificar qué tipo de sitio publicó el video o las imágenes y tener precaución al contactarlos, pues muchas veces son páginas que buscan obtener información privada para extorsionar, siempre hay que escribirles desde un correo ajeno al personal y no dar datos de ubicación.
    8. Si ya se descargó el contenido y está circulando en otros sitios, hacer una impresión de pantalla de la foto con la que se está promoviendo y realizar una búsqueda inversa en Google Imágenes y reportar cada sitio.
    9. Reportar los perfiles en redes sociales que estén difundiendo o creando cuentas falsas para compartir el contenido íntimo.

    ACTUALIZACIÓN: SE CASTIGARÁ

    Después de seis años de lucha constante, Olimpia logró este lunes 3 de diciembre de 2018 que en el Congreso de Puebla se aprobara por unanimidad una reforma al Código Penal que castigará con 6 años de cárcel a quien publique, comparta, solicite o distribuya cualquier contenido íntimo sin consentimiento. Se espera que esta reforma al artículo 255 entre en vigor este mismo mes.




































































































































    9. Reportar los perfiles en redes sociales que estén difundiendo o creando cuentas falsas para compartir el contenido íntimo.