En 2008, México vivió un cambio en su manera de impartir justicia con la implementación de un nuevo modelo.
Este nuevo modelo generó críticas porque supuestamente elevó lo niveles de inseguridad.
Pero lo que en realidad reveló fue la incapacidad de las procuradurías y fiscalías locales para hacer su trabajo.
Por ejemplo, en entidades como Veracruz la probabilidad de que un delito denunciado se esclarezca es de apenas 0.23 por ciento.
En materia de asesinatos, Guerrero es el estado que más casos impunes tiene.
Guerrero, Michoacán y Puebla son los estados con las procuradurías que tienen el peor desempeño.
Guerrero, Michoacán y Puebla también son los estados en los que más tiempo se tarda una persona para denunciar un delito.
El estudio muestra que los estados con el peor desempeño también son de los que menos recursos destinan a procurar justicia.
Pero esto sólo contempla aquellos delitos que se denuncian. En este año se denunciaron sólo el 0.90% de los crímenes que realmente ocurrieron.
El estudio parece exponer un panorama desolador. Sin embargo, también propone algunas soluciones.
Como centrarse en la atención a las víctimas y cambiar la manera de investigar mediante oficios de papel para hacerlo con personal de campo.
