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9 Cosas que deberías saber sobre salir con alguien con una discapacidad

El amor es el amor, sin importar los aparatos que lleve.

Siempre he variado entre ser una romántica empedernida y una cínica absoluta. He estado en silla de ruedas desde que tenía 5 años, como resultado de un accidente de coche frontal, y solía inconscientemente aislarme a causa de eso. Ha habido momentos en mi vida cuando tenía miedo de que nadie iba a querer salir con una persona en mi situación. Es una lucha constante entre confiar en mis instintos y no estar segura de lo que está por venir.

A través de los años, he aprendido mucho acerca de cómo vivir con mi silla de ruedas, y cómo tener una vida y relaciones normales. Sin embargo, lo más interesante es cómo los demás ven a las personas con discapacidad y cómo las tratan. Gran parte de eso es fruto de la ignorancia, mientras que otros quieren probar y demostrar que no tienen problema con mi discapacidad, por lo que sienten la necesidad de llamar la atención a ella. Las personas por lo general tienen buenas intenciones, pero simplemente no saben qué hacer.

Por eso, aquí hay algunas de las cosas más importantes que necesitas saber con respecto a salir con alguien con una discapacidad.


1. Los piropos de mal gusto no lograrán nada.

Definitivamente no pruebes líneas como "¿Me llevas?" "Te juego una carrera" y "Si vas a conducir, no bebas". En serio. Nunca es una buena idea. Me han dicho esos piropos más de cien veces en los últimos años, y funcionó, literalmente, una sola vez. En ese caso, no fue el piropo, fue que el tipo estaba muy, muy bueno.

Relacionado: Créeme cuando te digo que no todas las personas con discapacidades se conocen. Varios hombres han venido hacia mí en bares y tratan de hacer conversación diciendo: "Oye, mi amigo Dave también usa una silla de ruedas, ¿tal vez lo conoces?" Lo más probable es que no, no conozco a Dave. Les puedo asegurar que no hay un club secreto donde todos nos juntamos, y esta no es una buena manera de dejar una buena primera impresión.

Sinceramente, las mujeres y hombres en silla de ruedas prefieren que les digan el mismo tipo de piropos terribles como a alguien que no está en silla de ruedas. Acercarse a una mujer y decirle "Hola, preciosa", puede ser cursi, pero al menos sacará una sonrisa.

2. Si estás sorprendido por mi silla de ruedas, por favor responde con tacto.

Por un tiempo probé suerte en el mundo de las citas en línea. (Spoiler: es horrible), a menudo no mencionando que usaba silla de ruedas hasta que había progresado la conversación. Para mí, no debería tener impacto en mi nivel de atractivo, pero los chicos con los que he estado por lo general respondían con algo ofensivo.

Es totalmente comprensible sorprenderse, pero es mejor proceder con respeto o explicar tus pensamientos que responder con un "que asco" o "¿no deberías tratar de salir con otra persona en silla de ruedas?" no solo es hiriente, también es tonto e ignorante.


3. Asume que puedo hacer todo, a menos que te diga lo contrario.

Esto puede ser un poco complicado, ya que normalmente es causado por una verdadera preocupación. Algunos de mis novios me han dejado fuera de cosas como ir a esquiar o pasar el día en la playa, o constantemente asumen que necesitaba ayuda porque pensaban que las actividades serían demasiado difíciles para mí. Es mejor preguntar primero, y dejar que te diga lo que puedo o no puedo hacer, que nunca preguntar y quedarte pensando (o excluirme).

Hasta ahora, el hombre que más me ha enseñado me dijo: "Nena, si yo pensara que necesitabas ayuda, no estaría contigo". No quiso ser malo, sino todo lo contrario, siempre daba por sentado que yo podía hacer todo, y me encantó conocer a alguien que tenía fe en mí.

4. Los extraños siempre se quedan mirando, y está bien si eso te molesta.

Una noche, mientras estaba en Las Vegas con un novio, se nos quedaba mirando casi todo el mundo que nos cruzábamos. La relación era bastante nueva, y estaba claro que él no estaba acostumbrado a las miradas extrañas. Mi corazón se rompió por él cuando me preguntó: "¿No te molesta que la gente se te quede mirando?" Ser observado en público se ha convertido en algo tan normal para mí que a menudo no me doy cuenta de que está sucediendo, hasta que afecta a la persona con la que estoy. Es una experiencia extraña al principio, pero con el tiempo se aprende a ignorarlo.


5. Probablemente deberías venir armado con una respuesta inteligente.

La mayoría de las veces soy demasiado amable para mi propio bien, y cuando un extraño se acerca a mí y la persona con la que estoy saliendo, a menudo me quedo callada o sonrío amablemente. Piensan que tienen derecho a preguntar si podemos tener hijos, o asumen que mi novio es mi cuidador.

Una vez, estaba saliendo del coche en un festival de cerveza y varios extraños le gritaron a mi novio porque no me estaba ayudando. Les respondió que él necesitaba más ayuda de la que yo podía necesitar jamás. Y una vez en un restaurante, cuando estaba en la universidad, una camarera solo le hablaba a mi novio hasta que él le señaló que yo podía hablar por mí misma.

La capacidad de pensar rápido en situaciones como esa servirán mucho. Es una poderosa manera de mostrarle a otros que te sientes cómodo, y que la situación es totalmente normal.

6. Haz todas las preguntas que tengas.

Cualquier relación falla cuando no hay una comunicación abierta, pero es aún más importante cuando estás saliendo con alguien con una discapacidad. Ya sea para comprender la naturaleza de la discapacidad, expresar preocupaciones, o preguntar cómo van a ser las cosas en la intimidad, ninguna pregunta es tonta.

Durante una conversación con un exnovio, mencioné en la conversación el accidente de coche, y él me miró completamente confundido. Nos conocíamos hace tres años, pero no sabía por qué estaba en silla de ruedas porque había tenido miedo de preguntar.

Sólo hay que preguntar. Pregunta todo lo que quieras, incluso si piensas que no tiene sentido. Las respuestas pueden sorprenderte, y probablemente hará la diferencia entre tener una relación increíble y una malísima.


7. Sí, puedes jugar con la silla de ruedas. Y si eso no funciona, elimínala por completo.

Nada es más atractivo que una persona a la que no le importa un bledo una silla de ruedas porque están concentrados en la persona en ella. Un viernes por la noche aburrido puede convertirse instantáneamente en una fiesta con una botella de vino, otra silla de ruedas, y un cronómetro.

Normalmente soy reacia a bailar porque siento que la silla de ruedas se interpone y puedo verme completamente estúpida, pero en una boda hace unos años, mi actitud fue cambiada por un misterioso chico que se parecía a Zach Galifianakis. Este individuo en particular, no tuvo reparos en la silla, me hizo bailar y girar hasta que los dos estábamos un poco mareados. La misma persona también creía en no usar la silla siempre que fuera posible. ¿Tres pisos de escaleras? No hay problema, solo tira a la chica sobre tu hombro (aunque sin duda debes preguntar primero).

8. Las sillas de ruedas sí vienen con ventajas.

Digo esto en parte en broma, pero bueno, vamos a ser honestos, cada cosa mala tiene su lado bueno. Y en este caso, salir con una persona en silla de ruedas viene con beneficios inesperados para el acompañante. Les puedo asegurar que este es el único caso en el que se puede ir al baño de un avión con alguien y seguro van a pensar, "Oh, sólo la está ayudando".

También consigues los mejores lugares de estacionamiento, tiempos cortos de espera en parques de atracciones, asientos excelentes en los juegos de pelota más baratos, y atención preferencial en todo el mundo. Definitivamente no recomiendo salir con alguien en silla de ruedas sólo por las ventajas, pero sí ayudan a compensar algunas de las cosas más duras.


9. El amor es el amor, y una persona es una persona, sin importar los aparatos que lleven.

No puedo enfatizar esto lo suficiente. Todos tenemos bagaje; solo que una persona con una discapacidad física no lo puede ocultar. Así que no dejes que la silla, o una prótesis, o lo que sea, te impida relacionarte con alguien que encuentras intrigante.

Todos estos consejos y puntos de vista no importan a menos que vengan de un lugar de atención y respeto genuino por la otra persona. Ni una silla ni ninguna otra cosa sobre la que no tienen control debe reducir el nivel de amor y respeto que tienes por alguien.

Así que los dejo con unas palabras no acuñadas por mí, pero que cada persona merece oír en algún momento: "No me importa la silla, ni cualquier otra cosa. Sólo sé que eres increíble y quiero que todos sepan que estoy contigo".


La semana del cuerpo está dedicada a generar contenido que explore y celebre nuestra complicada relación con nuestro físico. Lee más artículos aquí.