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Son prueba de que nada en este mundo puede impedirte realizar tus sueños.
Siempre había corrido, y cuando empecé a trabajar además de estudiar, sentía que entre más presiones se me juntaban más corría; corrí mi primer maratón a los 25 años. En un momento estaba corriendo 23 kilómetros diarios, y un día me empezó a doler un pie mientras corría, al grado que tuve que parar. Fui al doctor y resultó ser una fractura; me enyesaron y me dijeron que no podía correr pero que podía hacer bici hasta sanar (que sería un proceso de seis meses).
Yo en mi vida había hecho bici, y empecé pedaleando una hora. Un grupo de spinning me invitó a unirme. Al principio no sabía ni andar bien, y de repente descubrí que era buena y les empecé a ganar a todos. En eso surgió un reto: recorrer 300km de Cuernavaca a Acapulco. Acabé el recorrido en diez horas y fue la culminación de todos los eventos que habían pasado. Me di cuenta que muchas veces hacemos énfasis en algo porque creemos que es bueno para nosotros, como yo al correr, pero a veces te sorprendes descubriendo que quizás hay cosas aún mejores por accidente, y son cosas que te ayudan a forjar tu personalidad y aprender a no darte por vencido.
—Stephanie Rodríguez
Estudié nutrición y al salir de la universidad, lidiaba con dos grandes preguntas: ¿y ahora qué? Y ¿por qué estudié esto? No quería ni pensar en dedicarme a eso. Resultó que me presentó la oportunidad de trabajar como becaria en una prestigiosa revista de moda para hombres, y sin pensarlo dije que sí, pues me encantaba escribir y había colaborado con blogs de moda antes. Decidí arriesgarme.
Trabajando ahí descubrí que la nutrición me encantaba, solo que el campo que me gustaba era muy distinto al que había aprendido en la universidad; lo mío era el deporte. Me especialicé en la nutrición deportiva y también me convertí en triatleta. Enfrenté a miles de opiniones de gente cercana que me decía que estaba desaprovechando mi carrera, pero me mantuve firme en mi decisión.
Hoy tengo mi propio consultorio y cada vez que veo a un paciente confirmo que mi pasión y mi profesión están en el mismo sitio. La clave está en aprovechar las oportunidades que se te presentan sin miedo y confiar que cuando te eres fiel a ti mismo, la vida termina acomodándote en el sitio que debes estar.
—Elisa Ceñal
Una meta que logré y de la cual me siento muy orgullosa es el haber fundado BSI Capital, una firma de inversión y consultoría global en México. En Octubre cumplimos cinco años y nunca pensé que estaría donde estoy ahora. Hoy por hoy, logramos sobrepasar el margen de dos años de vida de cualquier empresa y estamos llevando transacciones entre 10MDD y 100MDD en promedio. Obviamente logré esta meta con esfuerzo y dedicación, y también con los socios que me han apoyado en este camino. Soy afortunada al contar con un equipo que cree en nuestra visión, y estamos por expandirnos en Nueva York para dedicarnos más a la parte de gestión patrimonial.
—Alejandra Paredones
Cuando me gradué de la universidad en el 2011 apliqué a los Peace Corps, pues me apasionaba el lado humanitario, y tras un proceso bastante competitivo, recibí una invitación firmada por el Presidente Obama para servir en Camerún, África.
Camerún fue la experiencia mas difícil y más valiosa de toda mi vida. Me enviaron a Bibemi, un pueblo de 2000 personas en el desierto. Existían muchas necesidades fuertes de educación, salud, infraestructura, y mejora de comportamientos sociales; la corrupción prevenía el avance económico, especialmente en los jóvenes. Dos de mis mayores logros fueron el lanzar una campaña de pruebas de VIH en una comunidad donde jamás se había hecho, y organizar el primer modelo de las Naciones Unidas en el país, donde 30 jóvenes simularon el consejo de seguridad, aprendiendo el papel de la ONU en conflictos internacionales y teniendo que crear resoluciones serias y realistas.
En África, me di cuenta que los jóvenes están hambrientos por aprender y tienen capacidad de hacer cosas inimaginables siempre y cuando tengan guías y alguien que crea en ellos. Un pedazo de mi corazón siempre estará en Camerún.
—Mayela Calderón
Empecé a escribir una historia sobre mi familia y mi tierra, Michoacán, en 1995. Esta hermosa historia, que me permitió conocer a mi mamá tal y como era y la valentía que tuvo criando a diez hijos (muy a su pesar), hoy se ha convertido en mi primer libro.
El camino no fue nada fácil. Al terminar mi novela hace dos años, busqué un corrector para que la editara en México, y solo me dijeron que sería difícil de vender ahí, y que encima había mucha competencia joven. Yo no me di por vencida, y quién sabe cómo acabé platicando con una casa editorial en España que aceptó hacer las correcciones necesarias.
"Morisqueta, queso y frijoles" ha sido un reto enorme de principio a fin, pero actualmente está registrada con derechos de autor en México, puesto que es un patrimonio de la nación. Espero que mi historia sirva de inspiración para todas aquellas que crean que es muy tarde para cumplir sus sueños. Nunca lo es.
—Lidovina Villaseñor
Toda mi vida evité enfrentar miedos. Vivía una vida cómoda, donde decir “¡no gracias!” era la respuesta inmediata. Hace un par de años me mudé a la ciudad de Nueva York y me di cuenta que esta ciudad no está hecha para gente miedosa. Tenía dos opciones: o regresarme por donde vine o enfrentar mis miedos y aprender a vivir al máximo. Mi amor por esta ciudad me empujó a irme por la segunda opción y comencé un proyecto llamado "100 Days Without Fear" / "100 Días Sin Miedo", donde por 100 días, enfrenté 100 de mis miedos y subí cada uno de ellos a mi canal de Youtube.
El proyecto se hizo viral, alcanzando cinco millones de vistas. En ese instante me di cuenta que enfrentar miedos era contagioso. Renuncié a mi trabajo en publicidad y decidí dedicarme a compartir mi historia con el mundo e inspriar a otros. Lo que solía ser uno de mis más grandes miedos, hablar en público, se convirtió en mi carrera y decir que “sí” pasó a ser mi nueva respuesta favorita.
Hoy viajo por el mundo dando conferencias sobre cómo retar a la zona de confort para aprender a vivir a todo dar. A veces las cosas que más deseamos están tan solo a un miedo de distancia.
—Michelle Poler
Después de diez años de dedicarme a los medios, contando ya con varios Emmys gracias a mi labor como conductora de televisión, decidí que era un buen momento para añadir "startup" a mi CV. En el 2017, en mi currículum aparecerá "Celebrastic", el primer App para móvil para planear fiestas infantiles. No solo estoy muy emocionada de incursionar en una de las industrias más poderosas del planeta, sino también de ayudar a diversificarla, pues es una donde hay muchos hombres y pocas mujeres.
El reto más grande que enfrenté en el proceso fue construir una solución que hoy por hoy no existe en el mercado. Hay muchas Apps dedicadas a celebraciones, pero ninguna para niños. Pasar de una industria a otra no es nada fácil, pero me motivaba saber que tenía un gran producto.
—Gabriela Natale
Crecí en una comunidad latina en Miami, pero cuando cumplí 12 años mi familia decidió a una ciudad en Tennessee donde casi no había hispanos. Ahí, tuve que luchar para sobrepasar las diferencias culturales y las expectativas que acompañan el estereotipo latino en Estados Unidos. Me involucré en la comunidad local y me esmeré por ser una buena estudiante; hasta fui presidente de mi clase. Terminé la carrera en Vanderbilt con honores cum laude y una beca Fulbright, gracias a la cual pude vivir y estudiar en la Ciudad de México por un año.
Me enorgullece ser latina y estoy comprometida con esa comunidad; colaboro con organizaciones como Latino Bigs y Friends of WHEELS. Creo que dar lo mejor de mi es lo que me ha permitido cumplir mis metas; hoy lidereo las operaciones de Google en México, y espero haber contribuido a allanar el camino para los latinos exitosos que vendrán después.
—Cynthia Villamizar
Cuando era más chica era patinadora artística, y un día audicioné para ser parte de un evento para recaudar fondos después del 11 de septiembre; había mucho talento internacional, inclusive iba a ser transmitido por televisión. La música que elegí para mi audición era "all that jazz" de Chicago.
Me enfrentaba a varias chicas en la pista. Comencé a a patinar y a la mitad de mi rutina, la música paró por completo porque al parecer alguien le había hecho algo a mi cassette. Lo que no sabían es que también canto, así que canté el resto de la canción y terminé llevándome la victoria.
—Angie
Cuando quieres abrir tu propio negocio, empezar es lo más difícil. Mi carrera de diseñadora de joyería empezó hace más de 10 años, y cuando decidí mudarme de Chihuahua a Nueva York empecé de cero por segunda vez, teniendo que consiguir un estudio, proveedores y clientes. Trabajaba como directora creativa de tiempo completo y en la joyería todas las noches y los fines de semana.
Lo más difícil fue encontrar el tiempo para dedicarle la joyería, pero siempre hice de esa meta una prioridad, nunca fue una actividad secundaria para mi. Mi esfuerzo dio frutos y hoy mi trabajo principal es crecer la joyería Ale Bremer.
—Alejandra Bremer