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Al enterarse, las redes sociales contraatacaron.
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Como era de esperarse, la comunidad LGBT no estaba contenta con las declaraciones de la Arquidiócesis.
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Y respondieron a la intolerancia con las armas de la ironía.
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La iglesia se volvió blanco directo de las burlas en Twitter.
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Algunos ofrecieron a la causa sus mejores ilustraciones.
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Otros presumieron sus talentos para el Photoshop.
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Y los que no sabían diseñar, mejor tomaron fotos.
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Se recuperaron chistes viejos que, lamentablemente, siguen vigentes.
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Y se inventaron otros nuevos.
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Hasta las mascotas se subieron al tren.
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Los chistes se salieron de control.
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Este tuit evidenció con humor el anacronismo de usar términos como "imperio" en pleno siglo XXI.
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Y éste nos hizo preguntarnos si es buena idea responder a la violencia con más violencia.
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Mientras que esta foto nos hizo reír mucho.
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Y así es como la comunidad LGBT se defendió en redes de la intolerancia.