1.
Cada verano los mosquitos descienden y tienes que soportar tres meses de infierno personal.
2.
Todos los días tienes que tomar la decisión: aire fresco o fiesta (donde TÚ eres la fiesta).
3.
Olvídate del perfume: tu fragancia exclusiva es Aerogard.
4.
Consideras seriamente el rescate en eventos al aire libre, ya que es demasiado arriesgado.
5.
No importa con cuánta gente estés, los mosquitos siempre se las arreglan para encontrarte.
6.
Sientes pánico al instante cuando oyes el sonido de un zumbido.
7.
Sobre todo justo cuando te dispones a dormir, todo está tranquilo y ya estás relajado, y entonces... BZZZZZZZ.
8.
Intentas ignorarlo y esperas que se vaya. PERO NO DEJA DE ZUMBAR.
9.
En plena desesperación, tiras repelente en aerosol a toda la habitación porque respirar menos prioritario que eliminar a ese maldito.
10.
A la mañana, te despiertas lleno de picaduras, a pesar de haber hecho todo lo posible.
11.
Resistes la tentación de rascarte, porque sabes que es peor.
12.
Finalmente te rindes y disfrutas el alivio.
13.
Hasta que cinco segundos después te pica diez veces más que antes.
14.
Poco a poco estás empezando a enloquecer, cuando de repente un mosquito se posa sobre ti. Y eso te pone contento.
15.
Porque la venganza es dulce.
16.
Con total calma zen surgida de la locura, aplastas al maldito.
17.
Y luego uno de sus hermanos vuelve por tu sangre.
