1.
Comenzó de una manera bastante inocente con ese solitario par de zapatos.
2.
Pero dentro de poco tenías que tener más y más.
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Entonces la adicción te controla.
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La emoción te golpea cuando estás alrededor de ellos.
5.
Conoces los nombres y hasta los apellidos del personal del departamento de zapatos.
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Y cuando llega el par perfecto, el precio no es ningún problema.
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Incluso estabas en un dilema en si pagar la renta o gastarte todo en esa liquidación de Saks.
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Y esa vez cuando simplemente te dejaste llevar.
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Acaparas todos los pares de zapatos que puedes comprar.
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Y tienes tantos que ni siquiera sabes qué hacer con ellos.
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Una ola de pánico usualmente se abalanza sobre ti cuando no puedes decidir cual par usar.
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En serio, decisiones como estas son difíciles de tomar.
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Y tus amigos te dicen que tienes demasiados pares.
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Hasta pudieron haber intentado hacerte una intervención.
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Porque todo el mundo sabe el efecto que tienen sobre ti es hipnotizante.
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Y la necesidad de tener más a veces te enloquece.
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Porque cuando encuentras el zapato perfecto todo vale la pena.
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Porque las botas fueron hechas para caminar.
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Y tener unos cuantos pares no te hará daño.
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Además, hay peores cosas a las que podrías ser adicto.
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Así que acéptalo. No deberías avergonzarte en admitir que los zapatos son la llave a tu corazón.
