Wagner Figueiredo de Lima era un jinete y funcionario público de 34 años que vivía en Paraiba, Brasil. Él y su amado caballo Sereno, que lo acompañaba desde hacía ocho años, eran inseparables.
Lima falleció trágicamente en Año Nuevo a causa de las heridas que sufrió en un accidente con su motocicleta, según El Globo. Dos días después, fue enterrado en la ciudad de Cajazeiras. Su familia y amigos se aseguraron de que Sereno asistiera al funeral.
En la ceremonia, ocurrió algo sorprendente. Sereno, visiblemente acongojado, apoyó su cabeza suavemente sobre el costado del ataúd de Lima, y comenzó a gemir y a suspirar, como diciendo adiós a su querido amo. Los allí presentes se sorprendieron por la demostración de sentimientos del animal.
Un video que se grabó en el funeral muestra a Sereno gemir y moverse de forma errática, posiblemente por la angustia de perder a Lima.
"Este caballo era todo para él, fue como si el caballo supiera lo que estaba pasando y quisiera decir adiós", le contó a El Globo Wando de Lima, hermano de Wagner. "Todo el camino al cementerio se la pasó gimiendo y golpeando el suelo con las patas."
Añadió que a partir de ahora adoptará a Sereno y se hará responsable por el cuidado del caballo.
Adiós, viejo amigo.
Este post fue traducido del inglés.