Él es Fritz, y tiene una vida más o menos normal.
Fritz sabe lo que significa fracasar.
Como ese día en el que te metiste a bañar temprano en la mañana, y ya dentro de la regadera te diste cuenta de que no había agua caliente.
O el día en el que te tropezaste en frente de toda la escuela.
Esa vez en la que trataste de darle un beso y quitó la cara.
Cuando un pájaro decidió que eras el mejor WC en kilómetros a la redonda.
O esa vez que esperaste más de una hora.
Cuando reprobaste el examen luego de estudiar toda la noche.
Y cuando te diste cuenta demasiado tarde que ya no había papel de baño.
Sin embargo, no todo estuvo mal.
Hubo una vez que lo lograste.
Y te demostraste a tí mismo que fallar es sinónimo de ganar.
(Por cierto, darle donas, burritos y pizza a tu perro, no es la mejor idea si es que quieres que tu mejor amigo viva muchos años.)
