En 2010, Oxfam calculó que el mundo se había vuelto tan desigual que las 388 personas más ricas del mundo juntas poseían lo mismo que el 50% de la población mundial más pobre.
En 2015 esto ya no es así: según las últimas investigaciones realizadas por la entidad benéfica, publicadas el pasado lunes, tan solo 62 personas disponen ahora de una riqueza conjunta equivalente a la del 50% de la población mundial más pobre, es decir, 3.600 millones de personas. El siguiente gráfico nos ayuda a hacernos una idea más clara:
Este gráfico te comparará esas 62 personas con el resto del mundo de una manera más clara.
Esta creciente concentración de la riqueza es solo el aspecto más llamativo de una brecha en la riqueza global mucho mayor, tal y como nos aclara la nueva investigación. Entre el 2000 y el 2015, el mundo ha incrementado su riqueza en 133 billones de dólares, el equivalente a unos 19.000 dólares por persona del planeta.
Pero el 1% más rico se hizo con 68 billones de dólares de este incremento, es decir, casi la mitad: una media de 762.700 dólares para cada uno. El resto del 10% más rico se hizo con otros 48 billones de dólares, con una media de 72.600 por cabeza. Al 90% de la población mundial restante le quedaban sólo 17 billones de dólares a repartir entre más de 6 mil millones de personas.
Al referirnos al "1% global" a muchos nos viene a la cabeza la idea de lanchas motoras, mansiones en tres continentes, y una ristra de mayordomos. La realidad es muy diferente, como puedes comprobar por ti mismo más abajo: la aplicación te pregunta cuáles son tus ingresos (lo que ganas al año) en vez de tu riqueza (el valor total de todo lo que ganas), pero sirve para mostrar dónde te sitúas respecto al resto del mundo.
Introduciendo tus ingresos anuales, te diremos cómo son tus ingresos respecto al resto del mundo. No te preocupes, si compartes tu resultado no desvelaremos tus ingresos anuales.
Quizá te sorprenda ver que unos ingresos de tan solo 1.184 dólares anuales son más de lo que gana la mitad de la población mundial, mientras que si ganas 23.649 dólares te situarías en el 10% más rico del planeta. Y cuando nos referimos al 1% de ingresos más altos del mundo, nos referimos a gente que gana 49.819 dólares o más al año (es decir, sobre unos 45.500 euros). Desde luego, estamos hablando de cifras de alguien acomodado, pero bastante lejos de contar con helicóptero particular y una piscina de caviar.
Según algunos indicadores, las desigualdades en el mundo están disminuyendo, como también es cierto que la pobreza extrema se ha reducido considerablemente en las dos últimas décadas. Pero Oxfam argumenta que incluso si los más ricos y los más pobres incrementaran por igual sus ingresos (por ejemplo) un 5%, seguiría siendo injusto.
Señalan que un incremento de un 5% en unos ingresos anuales de 100 dólares representan simplemente 5 dólares más mientras que el mismo incremento sobre 1 millón suponen una agradable cifra de 50.000 dólares más. Utilizando las últimas estadísticas globales disponibles, que se remontan al 2011, la entidad benéfica ha calculado que en el mundo hubo un incremento salarial colectivo de 12'7 billones de dólares, repartidos del siguiente modo:
En resumen, entre 1988 y 2011, el 10% más pobre del planeta obtuvo una subida de salario de 65 dólares, mientras que el 10% más rico obtuvo 3278 dólares per cápita.
Oxfam ha publicado su investigación a tiempo de coincidir con el Foro Económico Mundial en Davos, una reunión de los principales políticos y líderes empresariales del mundo. Oxfam, con base en el Reino Unido, está instando a los políticos, incluido el primer ministro británico David Cameron, a no limitarse a lidiar con paraísos fiscales más allá de sus fronteras, que según Oxfam perpetúan la actual brecha entre ricos y pobres: según sus cálculos, los individuos súper ricos tienen 7,6 billones de dólares en paraísos fiscales, privando a gobiernos por todo el mundo de miles de millones en ingresos fiscales.
"Es sencillamente inaceptable que la mitad más pobre de la población mundial no posea más que lo que posee un pequeño grupo de los súper ricos globales, tan pocos que podrías colocarlos en el mismo sofá", ha dicho el director ejecutivo de Oxfam, Mark Goldring. "Necesitamos poner fin a la era de los paraísos fiscales, que ha permitido a los individuos ricos y a las empresas multinacionales evadir sus responsabilidades escondiendo cantidades de dinero cada vez más elevadas fuera de nuestro territorio".
"Abordar el velo de secretismo que rodea a la red de paraísos fiscales del Reino Unido sería un gran paso hacia el fin de la desigualdad extrema. Tres años después de que hiciera su promesa de hacer 'despertar' a los defraudadores fiscales, ya es hora de que David Cameron cumpla lo que ha dicho".