1. Un "blended" no es mejor que un whisky puro de malta.
2. No le des la espalda a un whisky mezclado.
"Ciertamente no hay nada de inferior en un whisky blended como Famous Grouse o Johnnie Walker", dice Trevisan-Hunter, un consejero certificado en whisky y un Keeper of the Quaich.
“La percepción de las personas es que como tiende a ser menos costoso, debe ser de menor calidad, pero un blended bien elaborado lleva más intuición que un whisky uro de malta. Es la cuidadosa artesanía de la mezcla de miles de barriles individuales de whisky puro de malta para crear algo muy específico. ¡Ciertamente no se trata de mezclarlos y ya!”
3. Ten en mente que whiskey no es whisky.
No sólo se trata de la ortografía: EL americano es muy diferente al escocés. Trevisan-Hunter explica: “El whiskey irlandés es elaborado usando métodos diferentes, mientras que el bourbon de EE.UU. se hace con maíz en vez de cebada y es madurado en barriles frescos (en vez de envejecidos) de roble. El roble fresco contiene los mismos químicos que pueden hallarse en la vainilla, por eso el bourbon muestra una dulzura de la que carece el Scotch.”
4. Si crees que no te gusta el whisky, puede que no hayas encontrado el apropiado para ti.
5. Más edad no necesariamente significa mejor.
6. No tengas miedo de usar un whisky puro de malta en un coctel...
7. ... o en cocoa caliente.
Hace poco se ha demostrado que la miel y el limón en agua caliente alivian los dolores de garganta tan bien como otros remedios de venta libre y agregar whisky también puede ser beneficioso.
"Probablemente no sea medicinal en un sentido técnico", comenta Trevisan-Hunter. "Pero agregar una copita te levantará el ánimo y los sabores funcionen muy bien junto con los otros ingredientes".