1. Salir a la calle es da miedo y calor.
2. Excepto si te quedas trabajando o estudiando, que entonces resulta que todos tus amigos se quedan y tienen planes.
3. Cuando un día te da por ir a la piscina, playa o parque acuático cercano.
4. Cada vez que vas a un sitio en el que te conocen y tienes que explicar que no, este año no te vas de vacaciones.
5. La desesperación te lleva a salir de fiesta por los sitios donde salen los turistas.
6. Y cuando luego ves la relación calidad/precio.
Tourist trap. Sin palabras
Lo bueno es que al día siguiente lo único que te preocupará será la resaca y te importará menos lo que pagaste por ella.
7. Descubres que en tu ciudad hace MUCHO CALOR.
8. El día que descubres que tu bar de confianza también está cerrado.
9. Cuando ves fotos de las vacaciones de tus amigos en Facebook.
10. Y cuando empiezan a lamentar en redes sociales que solo les quedan unos días de vacaciones.
11. Eso sí, se compensa cuando luego te puedes ir tú de vacaciones mientras todos trabajan.
12. Cuando después de contarte sus vacaciones te preguntan por las tuyas y solo puedes contarles las series que has visto.
13. Aunque tiene sus ventajas: si tienes coche puedes aparcar en sitios en los que antes ni soñabas.
14. Pero, sobre todo, merece la pena por ver sus caras al volver.
