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    13 cosas que entenderás si odias llamar por teléfono con todo tu ser

    Harry Potter y la llamada que quieres que haga tu madre.

    1. Es una diferencia muy sutil: no odias hablar por teléfono (aunque posiblemente también lo odies); lo que odias es LLAMAR por teléfono.

    Llevo con ansiedad toda la mañana solo de pensar que tengo que llamar por teléfono

    2. Así que retrasas todo lo que puedes el momento de llamar.

    3. Siempre que puedes le pasas el marrón a otra persona.

    20 años y le he pedido a mi madre que llame por mí para pedir cita porque a mí me pone muy nerviosa llamar.

    Es que, a ver, a ti NO te importa hacerlo y a mí SÍ me importa. Es una cuestión de lógica y hasta de EFICIENCIA ENERGÉTICA si me apuras.

    4. Y terminas teniendo una conversación a tres bandas en la que dos de las personas te odian un poquito.

    5. De hecho, es bastante probable que ya no cuele.

    6. Los minutos previos a la llamada son como estar en un trampolín a punto de tirarte a la piscina.

    7. Es prácticamente imposible que pidas comida si no hay nadie más en casa.

    8. Lo pasas fatal mientras suenan los pitidos, pero prefieres eso a que descuelguen casi inmediatamente.

    9. Tu vida se resume en esto, básicamente.

    10. No hay sonido más agradable para tus oídos que el tut-tut-tut de cuando no lo cogen.

    11. Pero también tiene su parte negativa, porque te toca mentalizarte otra vez.

    Odio hablar por teléfono. Tengo que sacar un turno, le estoy dando vueltas desde las 7. Yo puedo, yo puedo, yo puedo.

    12. Cuando esperabas que hubiese un contestador automático y de repente te atiende una persona.

    13. De todos modos, nada de esto se compara con el TRAUMA que te ha supuesto tener que llamar a casa de la persona que te gusta para hablar con ella porque, por algún motivo, no podías usar el móvil.