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    13 realidades con las que vives si tienes un nombre compuesto

    No, no es mi apellido.

    1. Empecemos por lo básico: el orden de los factores SÍ altera el producto.

    2. A veces tienes que explicar que lo segundo es un nombre, no un apellido.

    3. O que lo tercero ya es el apellido, no otro nombre.

    4. En cualquier caso, te pasarás toda la vida corrigiendo a la gente y formularios en los que han puesto mal el nombre.

    5. “¿Y cómo quieres que te llame?”.

    6. La gente espera una historia detrás del hecho de que tengas dos nombres.

    7. Al menos una persona a la que conoces desde hace años se sorprende un montón cuando descubre que tienes otro nombre.

    8. Lo mejor de tener varios nombres es que puedes elegir el que más te guste.

    9. Lo más probable es que con los años tu segundo nombre se haya convertido en una única sílaba, fruto de la erosión.

    10. También estará el típico graciosete que decidirá llamarte siempre por el nombre que no utilizas.

    11. Si tienes más de dos nombres, en algún momento te han hecho una broma con la duquesa de Alba o Sara Montiel.

    12. O han hecho la coña de repetirlos con voz de telenovela.

    13. Aunque realmente lo más útil es que sirve como sentido arácnido: cuando tus padres te llaman por los dos nombres completos sabes que estás en problemas.