1. Tu nivel de estrés disminuye drásticamente en el momento en que coges papel y lápiz y empiezas a enumerar tus objetivos.
2. Con cada nueva lista que redactas sientes al mismo tiempo un torrente masivo de adrenalina y un apacible oasis de tranquilidad.
3. Los post-its te alegran la vida.
4. Hay veces que, sin una lista, no sabes por dónde tirar. ¿Qué digo? ¿Hago?
5. Nadie se imagina lo increíblemente feliz que estás cuando compras material de papelería.
6. Lo mejor: bolis de colores.
7. Entrar en cualquier tienda de material de oficina te deja en éxtasis.
8. ¿Ir al supermercado sin una lista de la compra? JAMÁS.
9. Para ti, empezar un nuevo año = empezar una agenda nueva.
10. Las listas te ayudan a organizar tus ideas para alcanzar tus objetivos.
11. Cada vez que encuentras un cuaderno antiguo mientras limpias te encuentras también con listas viejas.
12. Compras de forma impulsiva casi cualquier producto relacionado con planificar la semana (o mes/año/vida).
13. A pesar de que prefieres tenerlo todo escrito a mano, tienes en tu móvil más de una app para hacer listas.
14. Tomarte un café mientras planificas tus próximas tareas es tu forma perfecta de pasar una mañana de domingo.
15. Si pierdes tu lista de tareas (o, peor aún, ¡tu agenda!) sufres una desgarradora sensación de vacío y desolación hasta que haces otra.
16. Empezar a estudiar sin una lista: algo que jamás harías.
17. Y, en el trabajo eres infinitamente más productivo con una lista a tu lado.
18. Sueñas con tener una pared como esta en casa.
19. NADA está a la altura de la enorme sensación de satisfacción que provoca tachar una tarea en una lista.
20. Con el tiempo, has descubierto que escribir tus objetivos en papel le da estructura y forma a tus ideas, sueños e intenciones.
Este artículo ha sido traducido del inglés.