1.
"Ya mañana lo empiezo" es una de las frases que más usas.
2.
En el fondo, sabes que tienes algo que hacer pero te engañas diciéndote que todavía te queda mucho tiempo para terminarlo.
3.
No importa si en la escuela te dejaron el trabajo final desde el primer día de clases, lo vas a hacer una noche antes.
4.
Eres experto en hacer la tarea en el coche o en el metro mientras vas rumbo a la escuela.
5.
Más de una vez te has prometido que vas a cambiar y que administrarás mejor tus tiempos, pero... no pasa.
6.
Intentaste llevar una agenda para anotar tus pendientes pero la novedad te duró como una semana y después volviste a ser el mismo.
7.
Eres de los que cree que puede leer tres libros, hacer cuatro resúmenes y estudiar para dos exámenes en una sola noche.
8.
Estos problemas los traes desde la infancia; eras de los que se acordaba de la cartulina a las 8 de la noche en domingo.
9.
Siempre es lo mismo, si tienes un compromiso a las 7 pm te empiezas a arreglar a las 6:57 pm.
10.
Terminas haciendo filas eternas para trámites importantes porque te acuerdas de ellos un día antes de la fecha límite.
11.
Te has quedado sin disfrutar tus fines de semana porque tienes que aprovecharlos para hacer todo lo que no hiciste durante la semana.
12.
Sientes que hacer la tesis te va a tomar media vida.
13.
No solo dejas las tareas al último, también eres experto en postergar la hora de dormir.
14.
Te esperas hasta que ya no tienes ni un calcetín limpio para lavar tu ropa.
15.
Te pasa lo mismo con la comida: ya que no hay nada en el refrigerador decides ir al súper.
16.
Sabes que ser así es un problema y lo quieres solucionar... pero ya será otro día.
