Este perrito tiene una placa que dice "NO ME DEN PIZZA" porque se la pasaba pidiendo comida afuera de una pizzería

    Fuimos a buscarlo a las calles de la CDMX y descubrimos que sí, el Jefe es adicto a la pizza y su dueño ya no sabe que hacer para solucionarlo.

    Amigos, si les gustan las pizzas, los perritos y las historias de detectives, esta nota es para ustedes...

    El 6 de noviembre, una chica llamada Estrella CR subió a su cuenta de Facebook las fotos de este perrito parado afuera de una pizzería de la CDMX.

    Hasta este punto, parece un suave lomito común y corriente...

    Pero cuando la chica se acercó a él para ver si estaba perdido, descubrió que no solo tiene dueño... también tiene un problema con la pizza.

    La historia hasta aquí está padrísima: un perrito hermoso que seguramente come tanta pizza que su dueño tuvo que ponerle una placa con una advertencia.... pero, en BuzzFeed News México no pudimos evitar preguntarnos si había algo más atrás de estas fotos.

    Lo primero que hicimos fue marcar a la pizzería, en una de las fotos se ve el nombre de la estación del metrobús que está enfrente y fue fácil encontrar los datos del lugar.

    Decidimos regresar a la publicación original y en uno de los comentarios encontramos otra pista sobre este misterioso perrito.

    El siguiente paso fue buscar en Google Maps para asegurarnos de que sí había una sex shop al lado de la pizzería... y no solo encontramos la tienda, ¡ENCONTRAMOS AL PERRITO!

    Y por fin, frente a la estación del Metrobús Nuevo León, encontramos la famosa sexshop al lado de la pizzería. Entramos y cuando preguntamos por el perro, nos dijeron que sí, ellos son los dueños.

    Este lindo perrito es conocido como "El Jefe" por todos en la tienda.

    En realidad tiene varios nombres, Amigo o Vato son los más conocidos, pero una empleada de la sex shop nos dijo que ellos le dicen “el Jefe”. Tiene unos 10 años y AMA LA PIZZA.

    El Jefe llega temprano todos los días a la sexshop junto con el dueño y pasa ahí su día... y aprovecha su tiempo libre para pararse en el local de al lado a conseguir pizza.

    De acuerdo a una empleada de la tienda, ya es la segunda placa que tiene, pues perdió la primera.

    Pensamos que Jefe no estaba y que andaría afuera tratando de conseguir pizza, pero luego descubrimos que estaba atrás del mostrador y hasta salió a saludarnos.

    En conclusión, esta historia es real y si ven a este suave lomito cerca del Metrobús Nuevo León en la CDMX, no le den pizza.