11 Duras Realidades Sobre El Mundo De Harry Potter

Estamos sacando a la luz pública este régimen totalitario. Una vez remueves las capas de la maravilla infantil, apesta ser mago.

1. Los magos viven en una sociedad de castas.

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Desde la flor y nata de los Sangre Pura, hasta la burguesía mestiza, pasando por la clase obrera de los descendientes Muggles, hasta los escasamente reconocidos mestizos, Squibs marginados, seres con una inteligencia casi humana, y la mano de obra esclava de los elfos domésticos, ninguna habilidad, encanto o popularidad cambiará la forma en que un ser es visto dentro de una sociedad de magos. Mientras nosotros vemos a Harry, a Ron y a Hermione, sus colegas ven a un Sangre Pura (mestizo, para los extremistas), a un Sangre Pura, y a una hija de Muggles.

2. El gobierno lo controla todo.

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El Ministerio de la Magia debería llamarse más exactamente el Ministerio de VIGILAR SIEMPRE TODO. Desde los bancos (a través de la burocracia en la Oficina de Enlace de Goblin) hasta las escuelas, las autoridades y el periodismo, el Ministerio controla todos los aspectos de la vida de los magos de manera obvia y sutil. Sin libertad de prensa ni libre mercado, magos y brujas no tienen más opción que confiar en que su bondadoso ministerio está jugando limpio.

3. Y se nombran funcionarios sin elecciones públicas.

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¿Quién vota en el Ministerio de la Magia? ¿Cómo se define el órgano rector del mundo de los magos? ¿Porqué los mandatos son indefinidos? ¿Existe algún tipo de orden burocrático? ¿Todo el cuerpo legislativo está en deuda con una parte sensible del casco antiguo? Oye, ¡esa no es base para un sistema de gobierno!

4. A los magos y a las brujas se los mantiene activamente ignorantes.

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El diploma de Hogwart requiere cinco años de Pociones y Herbología pero no ofrece ni una sola clase de economía, matemáticas, ciencias o educación cívica, dejando a los graduados muy mal preparados para la mayoría de las profesiones, que no son muy bien repartidas entre ellos durante el examen patrocinado por el gobierno. Esto hace que la comunidad se aísle y que los jóvenes no tengan manera de escapar de la sociedad Muggle.

5. Lo que significa que todo el mundo trabaja para el gobierno.

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Los hijos de los magos tienen muy pocas opciones cuando juegan a imaginarse que tienen alguna profesión. Los puestos lucrativos parecen desproporcionadamente controlados por el gobierno: Auror, agente de policía, periodista, profesor, burócrata. La mayoría de esas profesiones están reservadas para los Sangre Pura y los Mestizos favoritos, mientras el resto debe hacer el trabajo sucio: chofer de bus o de tren, comerciante, curandero o portero. Las principales excepciones, como la sociedad Muggle, son aquellos que se vuelven famosos, ya sea como actor o como estrella de Quidditch.

6. Tus afiliaciones políticas afectan tu salario.

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A pesar de ser un Sangre Pura y de tener lo que debería ser un trabajo bien remunerado como Jefe de La Oficina Contra el Uso Incorrecto de los Artefactos Muggle, la familia de Arthur Weasley's lucha por sobrevivir. Podría argumentarse que siete hijos son mucha presión aún ganándote el mejor salario, pero tener una posición fuerte y franca respecto a la igualdad y una actitud amistosa con los Muggles ovbiamente afecta la revisión anual de Mr. Weasley.

7. La falta de economía funcional limita la movilidad social.

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No es que el salario de Weasley importe tanto. En una cultura en la que los bienes y servicios cotidianos existen gracias a la magia o al trabajo de la esclavitud, es prácticamente imposible que una economía que funcione. Sí tienen cajas fuertes llenas de sofisticadas monedas de oro para comprar útiles escolares y cerveza de mantequilla y así mantener ocupada a la masa, pero a menos de que estén invirtiendo en el mercado Muggle, deben estar pagando todo con dinero de Monopoly.

8. El gobierno espía a los ciudadanos, lleva un registro.

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En la oficina de la profesora McGonagall, una pluma mágica escribe el nombre de cada mago y de cada bruja cuando nacen. Como el colegio está en deuda con el Ministerio de la Magia, el gobierno tiene un registro de cada miembro de la población desde el momento de su nacimiento, sin importar el lugar o la ascendencia. Para obligar a las ovejas descarriadas a volver al redil, nada mejor que enviarles cartas de aceptación a Hogwarts.

9. La xenofobia Muggle es desenfrenada.

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Desde el miedo total de los Muggles y de su tecnología extranjera hasta la manera más benévola de tratarlos como seres exóticos, el aislamiento voluntario ha engendrado siglos de desinformación más o menos importante. Incluso quienes son amigables con los Muggles tienden a desconfiar sanamente de ellos como grupo; el viejo, "oh bueno, tú no eres como todos ellos. ¡Tú eres como nosotros!" castaño.

10. Azkaban sirve para amenazar a la población de hechiceros.

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¿Qué sistema penitenciario en sano juicio antagoniza activamente criminales e intenta torturarlos hasta la demencia? Los Dementores, verdugos con una misteriosa y confusa cadena de mando, no hacen más que causar sus cargos para vivir en un verdadero infierno, supuestamente por haber cometido delitos graves. Sin embargo, muchas personas han usado maldiciones que deberían haberlos llevado a Azkaban pero no fue así. Así que los magos entienden implícitamente que es un lugar adonde se envían sin juicio a quienes traicionan al gobierno.

11. Y la propaganda alarmista es la norma.

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Todo esto culmina en una sociedad totalitaria que usa el chantaje, la ignorancia, el lavado de cerebro, la falta de información, el aislamiento y el acondicionamiento para provocar un sentimiento comunitario de orgullo nacional . Básicamente, son Korea del Norte con varitas mágicas.