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31 momentos en que los gatos fueron buena gente

Tal vez quieren que creas que todos son unos descarados, pero debajo de todo ese pelaje, los gatos tienen el corazón más grande de todos.

1. Este gato besando a un bebé:

2. Este gato que realmente quiere acurrucarse:

3. Este gato que está tratando de darle un poco de cariño y atención a este perro:

4. Esta gata que sabía que mamá necesitaba dormir un poco, así que meció a este bebé hasta que dejó de llorar:

5. Estos dos gatos guardaespaldas:

6. Este gato que no estaba seguro de lo que era ese conejito, pero que de todos modos le dio un besito:

7. Este gato que es profesional para dormir en los viajes durante el día:

8. Esta gata que sabe reconocer a la persona que necesita un abrazo cuando la ve:

9. Este gatito extremadamente paciente:

10. Este defensor de la hora de la siesta:

11. Este gatito acurrucado:

12. Este gato que al que le encanta tocar y abrazar:

13. Este gato que juega pacientemente a los disfraces con su hermanita:

14. Este gato que se pone MUY nostálgico cuando duerme fuera de casa por la noche:

15. Esta gata dándole a su marido un agradable masaje en la espalda al final del día:

16. Estos dos señores abrazados:

17. Estos dos:

18. Este gato que le da amor hasta al más espinoso exterior:

19. Esta gata que despierta dulcemente a su amado cada mañana:

20. Este gatito que no teme amar a otras especies:

21. Este gato que se ha ganado toda la confianza de este ratón:

22. Esta gata que impactó a este perro con su amabilidad:

23. Este gato que disfruta del más simple de los placeres de la vida:

24. Esta gata que siempre pregunta antes de abrazar:

25. Esta gata a la que le encanta ocuparse de su bebé:

26. Esta gatita que siempre se asegura de darle besos extra a su mamá antes de dormirse:

27. Este gato que está dispuesto a compartir su rayo de sol a cambio de algunos abrazos grado A:

28. Esta gata que simplemente quiere hacerle compañía a su nuevo mejor amigo:

29. Este gato que SIEMPRE está dispuesto para un abrazo:

30. Este gato que demuestra que, incluso dormidos, los gatos son muy blandengues:

31. Regreso en un minuto, voy por unos kleenex porque estoy a punto de llorar...