1.Las frutas y verduras expiran más rápido cuando eres tú quien tiene que comprarlas.
2.$100 pesos de adultos equivalen a $1 de la vida real.
3.Cada vez que te entra una llamada, no puedes evitar susurrar, "¿qué pedo?"
4.Que se te caiga algo que pediste de tomar, es el equivalente a perder un globo de niño, o que se te cayera el helado.
5."Quedar" de "salir un día" con tus conocidos, una y otra y otra y otra vez hasta que uno de los dos muera.
6.Tener que inventar una buena excusa para cancelar planes, hasta que de plano te dejan de invitar... Y te da tristeza.
7.Despertarte, invariablemente a las 8/9 de la mañana.
8.AMAR que te regalen calcetines.
9.Aprender a vivir con un dolor de panza constante, diarrea y/o agruras.
10.Descubrir que en realidad te fascinan los programas de renovación y decoración de interiores.
11.Darte cuenta que tienes un súper favorito. Y conoces sus promociones y la diferencia de precios con "la competencia".
12.Gritar "¡Carajo! ¡La ropa!" cuando te acuerdas que la dejaste en la lavadora...
13.Tener la revelación de que ya no tienes "24" o "18"...
14.Espantarte porque alguna de tus amiga está embarazada, solo para luego tranquilizarte porque en realidad sí quiere a ese bebé y no fue una metida de pata.
15.Lidiar con pensamientos obsesivos de cómo le dijiste "mamá" a la Miss una vez en la escuela, JUSTO antes de irte a dormir.
16.Despertar cansado TODOS Y CADA UNO DE LOS DÍAS DE TU VIDA.
17.Darte cuenta que jamás va a usar el maldito Teorema de Pitágoras, ni saldrá a relucir qué carajos es la pinche mitosis.
18.Pero igual descubrir que sin las canciones y las rimas jamás sabrías los planetas o el abecedario.
19.Comerte el plátano y el aguacate aunque tenga "negrito" porque tú lo pagaste y TE LOS VAS A COMER.
20.Tener la clásica plática "no tienes que pedir comida, hay comida en la casa", pero contigo mismo.
21.Darte cuenta que sin Google no podrías hacer nada. NA-DA.
22.Y, más cabrón aún, que todos los adultos que has conocido en tu vida estaban mintiéndose a sí mismos.