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Deberías aprender de Wismichu cómo utilizar tu privilegio masculino para ayudar a las mujeres

Wismichu ha conseguido en 24 horas lo que Miare no ha logrado en meses. Adivina por qué.


El youtuber Wismichu ha publicado recientemente un vídeo titulado 'Así es Dalas Review'. "Tras años callado por miedo, es hora de hablar", publicaba el famoso youtuber a la vez que enlazaba al vídeo donde explicaba a través de una serie de puntos situaciones que le han ido enfrentando a Dalas a lo largo de los años: desde su discusión con AuronPlay hasta cómo Dalas llegó a "fingir su propia muerte". Y, por supuesto, Wismichu también hablaba del acoso por parte de Dalas a sus ex parejas, defendía a la también youtuber Miare (ex de Dalas) y hablaba de las situaciones de violencia vividas por Ingrid, actual pareja de Wismichu y ex pareja de Dalas, durante y después de terminar su relación con este.

Tras la publicación del vídeo de Wismichu y al tiempo que este recibía un sinfin de felicitaciones a través de todas sus redes sociales, Dalas comenzó a perder millones de suscriptores en su canal de Youtube y seguidores en Twitter.

Wismichu podría ser el ejemplo perfecto de cómo debe utilizar un hombre su privilegio masculino para ayudar a las mujeres, porque la historia de acoso, manipulación y abusos por parte de Dalas ha sido contada cientos de veces por mujeres como Miare e Ingrid sin conseguir la misma repercusión negativa para el youtuber ni sin que los diarios publicasen artículos con el título de "la caída de Dalas Review".


El privilegio masculino de Wismichu le ha permitido que su voz sea tomada en serio y se escuche lo que ha querido contar aunque estuviera contando la misma historia que ya había contado Miare. El privilegio masculino ha permitido que Wismichu se llevase el aplauso mediático al decidir ser vocal en un asunto tan serio como el maltrato, mientras que Miare se ha tenido que enfrentar durante meses al insulto y a la desacreditación pública, a la duda y la interrogación constante y al "siempre hay dos versiones de la misma historia".

Muchos amigos me preguntan qué pueden hacer los hombres por el feminismo. Este es un buen ejemplo de lo que se puede hacer. De lo que los hombres podéis y debéis hacer. Porque lo que un hombre puede hacer por el feminismo y por las mujeres es utilizar su privilegio para ayudarnos. Es, a la segunda vez que un hombre nos interrumpe en una reunión de trabajo, decir "deja terminar a Fulanita, por favor". Es recordarle al jefe que esa idea tan brillante por la que un compañero (o quizás tú mismo) se está llevando todo el mérito realmente le pertenece a una mujer. Es decirle a tus colegas que dejen de ser unos babosos con las veinteañeras del bar cuando se han bebido un par de gin tonics. Es no cuestionar a la amiga que te cuenta que, desgraciadamente, ese amigo al que tanto aprecias es un sobón. O no mantenerse en una postura equidistante de "yo es que en estas cosas no me meto" si, tras una ruptura, una amiga te cuenta que su ex pareja tenía comportamientos abusivos.

"El vídeo de Wismichu ha hundido a D**** porque tiene más repercusión, no porque un hombre tenga más credibilidad"… https://t.co/RIIyE0kHgf

Es realmente frustrante ver el doble rasero con el que la sociedad nos juzga a hombres y a mujeres por realizar las mismas acciones. Cómo vosotros sois unos campeones y nosotras unos putas si los dos follamos lo mismo. Cómo vosotros tenéis "dotes de liderazgo" pero nosotras somos unas trepas o unas mandonas por tener la misma ambición. O cómo vosotros sois unos padrazos por llevar a un niño sobre los hombros mientras que nosotras somos unas madres de mierda por preferir una cesárea a un parto natural. O cómo Wismichu es un héroe y Miare, hasta hace unos días, era una mentirosa despechada que quería rascar algo de la fama de Dalas.

Es frustrante que haya tenido que llegar Wismichu para que todo el mundo se ponga de parte de Miare. Claro que lo es. Pero es el mundo en el que vivimos: un mundo en el que la desigualdad de género se cuela por todas partes. Lo triste es que queda muchísimo camino hasta que las mujeres lleguemos a tener la misma credibilidad, el mismo reconocimiento y la misma repercusión que los hombres, así que me temo que mientras tanto vamos a necesitar la ayuda de muchísimos Wismichus por el camino.