Estas mujeres están en huelga de hambre para que el terrorismo machista sea cuestión de Estado
Desde el 9 de febrero un grupo de activistas se encuentran en huelga de hambre en la Puerta del Sol para exigirle al Gobierno una serie de cambios en la Ley Integral contra la Violencia de Género.
El pasado 9 de febrero, ocho mujeres de la Asociación Ve-la luz acamparon en la Puerta del Sol de Madrid y comenzaron una huelga de hambre. Esta asociación solicita al Gobierno que la lucha contra el terrorismo machista sea una cuestión de Estado. Para ello, además de ponerse en huelga en uno de los puntos más visibles de la capital, han redactado un manifiesto de 25 puntos que comprende diversas medidas que garantizarían una mejor protección, tanto a mujeres como a menores, en el marco de la violencia de género.
Estos 25 puntos supondrían una reforma en la actual Ley Integral contra la Violencia de Género, que pasaría a denominarse Ley Integral de violencias machistas: "Pedimos un gabinete de crisis urgente, porque llevamos 27 mujeres asesinadas en lo que va de año. Que las supervivientes de la violencia machista cuenten como víctimas de terrorismo y tengan las mismas prestaciones. Que se llame feminicio. Que se forme de verdad a todas las personas relacionadas con tratar la lacra de la violencia de género: abogados, jueces, policías... a todo el mundo". En este manifiesto también se exige que el Estado vele por la recuperación de las víctimas durante el proceso judicial, incluyendo desde ayuda psicológica hasta ayuda con la vivienda o el endurecimiento de las condenas y cumplimiento íntegro de las mismas.
Veinticinco días después, de las ocho mujeres que iniciaron la huelga tan solo quedan cuatro. Las otras cuatro tuvieron que abandonar la huelga por problemas de salud –complicaciones respiratorias, anginas o neumonía– y no pudieron continuar su lucha como hubieran querido.
Al grupo original se ha unido otro grupo de once personas, en su mayoría mujeres, pertenecientes a diversos colectivos feministas y de estudiantes. Una de las huelguistas veteranas llama a este grupo su "pequeño comando de la luz". Este nuevo comando lleva sin comer desde el viernes 4 de marzo: "Fue nuestra última cena", cuenta Mónica, una de las jóvenes activistas, a BuzzFeed España. "Cuando ellas empezaron la huelga empezamos a venir a hacer turnos para no dejarlas solas y para que esto estuviera protegido por las noches", nos explica Mónica, "sin embargo, hace unos días decidimos unirnos a la huelga, sobre todo para demostrar que no están solas y que la lucha no es solo suya: la lucha es también nuestra porque debería ser de todas".
Sara Estrada es una de las ocho activistas originales, lleva 25 días sin comer viviendo bajo un toldo de plástico azul que se ha convertido en una enorme caseta improvisada y admite estar agotada: "el ambiente se siente más denso... sentimos que estamos muy desamparadas por parte de los que nos representan".
Hoy, a las 18:00 horas, tienen prevista una intervención en el Senado que, como cuenta Sara Estrada, no les garantiza nada. Lo que exigen no es tanto una decisión definitiva como un compromiso por parte de nuestros representantes de no mirar hacia otro lado, de impulsar determinadas medidas y de hacerlo de manera inmediata y no a largo plazo. Quieren que el Estado las escuche.
"Dentro de la ley actual hay una cantidad de vacíos legales increíbles, que hace que no se activen determinados protocolos y que hace que en lugar de proteger a las mujeres se terminen sintiendo en situación de desamparo", explica Sara Estrada.
La repercusión política, hasta el momento, ha sido nula. "La repercusión ciudadana sí que ha sido bonita", explica Estrada, "creo que la sociedad está muy concienciada con el tema de la violencia machista y que nuestros representantes deberían escucharnos".
Si no consiguen una respuesta satisfactoria por parte del Gobierno, estas mujeres tienen pensado permanecer en la Puerta del Sol hasta que les hagan caso.