Las 21 historias más absurdas y repugnantes que han sucedido compartiendo piso
"Mi compañera se cagaba en la ducha".
Recientemente, preguntamos a nuestra comunidad BuzzFeed sobre por las historias más alocadas que hayan vivido mientras compartían piso. Estas son algunas de las mejores respuestas.
Algunas de las respuestas han sido editadas por cuestiones de longitud o de claridad.
1. "Mi última compañera de piso tiraba al suelo todos los chicles que se comía. Empezó solo en su cuarto pero poco a poco fue haciéndolo en más sitios; la terraza, el baño, el salón, la cocina y, por último, en mi cuarto. La cosa acabó mal cuando a mi otra compañera se le pegó un chicle en el pelo". Cp.
2. "Mi excompañero, un erasmus, ponía diariamente unas cinco alarmas a partir de las 6:30, pese a no apagar ninguna. Cuando no dormía con el móvil al lado, intentaba cogerlo y apagarlas yo mismo. Además, roncaba toda la noche y había días que se quedaba dormido sentado en la mesa del salón, con lo que acompañaba mis desayunos con unos magníficos ronquidos turcos". Sergi.
3. "Una de mis compañeras de piso en la Erasmus tenía un baño para ella sola en la planta de abajo. Cuando mis padres vinieron de visita, bajé a limpiarlo por si en una urgencia tenían que usarlo. Estaba todo absolutamente negro, hasta las paredes. Ella estaba en su casa en ese momento y cuando volvió me echó una bronca increíble porque había limpiado el baño sin su permiso y, ADEMÁS, había comprado papel y ella solo usaba toallitas. De nada". Carlos.
4. "Una de mis compañeras de piso había traído a un chaval por la noche y se acostaron. Despertaron por la tarde cuando mi otro compañero, una amiga y yo estábamos en el salón viendo una peli. Mi compañera no tuvo otra cosa que hacer que sentarse en el sofá con nosotros, DESNUDA, y contarnos sus hazañas sexuales. Lo curioso es que se había dejado la puerta de su cuarto abierta y estábamos viendo al chaval en bolas mientras ella nos contaba cómo de grande tenía el pene. No hacía falta, ya se lo estábamos viendo". Bellatrix Rules.
5. "Mi última compañera de piso tiraba los tampones y las compresas al váter... y no tiraba de la cadena". Carlos.
6. "Tuve un compañero de piso que meaba en un cubo que guardaba debajo de la cama. Lo descubrimos cuando se fue porque el muy cochino ni siquiera lo había vaciado". Cucurrucú.
7. "Vivía en Londres con una amiga y compartíamos casa con otros tres chavales de diferentes partes del mundo. Nuestra habitación estaba en la planta baja, al lado de la puerta, y las demás, arriba. Una noche, nuestros compañeros se fueron y nos dejaron solas. De repente, en medio de la noche alguien empezó a aporrear la puerta de la calle y a gritar cosas incomprensibles. Nosotras, acojonadas, abrimos un poco nuestra puerta y esperamos a que se identificase, pero solo balbuceaba cosas sin sentido y trataba de forzar la puerta. Nos atrincheramos en la habitación, con pestillo, y, de repente, escuchamos cómo fuerza la ventana de la cocina y entra por ahí. Estábamos ya llamando a la policía cuando oímos una respiración en nuestra puerta y silencio. Empezamos a coger cuchillos, clips, las mesas y todo lo que estaba a nuestro alcance para arrearle a quien fuese (presumiblemente, un ladrón). Al rato, escuchamos la puerta de nuevo y ya respiramos tranquilas. Pues bien: resulta que al día siguiente nos viene uno de nuestros compañeros y nos dice que la noche anterior se emborrachó muchísimo, se dejó las llaves en casa y pensaba que estábamos así que llamó a nuestra puerta a ver si le podíamos ayudar a buscarla, pero que no estábamos. Que no se entendía ni él, dijo el cabrón. Nosotras nos reímos pero no desmentimos su historia. Ahora nos reímos, pero en su momento pensábamos que eso era una peli de terror". María.
8. "Una vez encontré esparadrapo pegado al fondo de mis sábanas, cuando el que tenía vendado el pie era el novio de una de mis compañeras de piso... y mi cama la única de matrimonio". María.
9. "Resulta que mi excompañera de piso, cada vez que entraba a ducharse, cagaba antes de meterse en la ducha y siempre se le olvidaba tirar de la cisterna, y claro, la próxima que entraba (QUE SIEMPRE ME TOCABA A MÍ) se encontraba el regalito. Encima siempre tenía diarrea. En fin, asqueroso". Valeria.
10. "Mis últimos compañeros de piso eran unos guarros. Uno de ellos era más dejado que el otro, ya que dejaba que el tercero le limpiara los platos. En el último mes de contrato, decidí pasar una semana en el pueblo de mis padres para concentrarme mejor en mi último examen y el menos guarro había hecho lo mismo, dejando a Don Guarro sólo en el piso. Cuando volví, descubrí que la taza del váter estaba sucia de caca. Caca humana. Caca humana donde pones el culo en el váter. Con mucha vergüenza hablé con mi compañero, y observé aterrada que lo limpiaba con agua y papel higiénico. A los pocos días, vinieron sus padres a ayudarle con la mudanza, y entre los tres me acorralaron en mi cuarto a llamarme guarra porque al parecer no hacer mi cama era peor que las dos bolsas de basura que habían sacado del cuarto de mi compañero. Me acusaron de llenar la papelera del baño con tampones usados y les intenté explicar que yo uso copa menstrual, pero no me escucharon (los tampones eran de la novia de Don Guarro). Salí de allí sin entender nada, con un ataque de ansiedad y una muda limpia para dormir lo que me quedaba de contrato en casa de una amiga". La compañera de Don Guarro.
11. "Vivo en Lisboa en un apartamento de tres habitaciones. Yo trabajo de tarde, así que cuando llegué a casa, cerca de las dos de la mañana, mis compañeras estaban ya dormidas. Entré en el baño y el suelo estaba LLENO de arena de playa junto con ropa interior sucia. Me pareció raro porque mantenemos el piso bastante limpio pero me fui a dormir. Al día siguiente estaba desayunando y de la habitación de la compañera que se acababa de mudar salió una chica rubia altísima que yo no conocía de nada. Al cabo de un rato apareció su novio, pero ningún rastro de mi compañera. Cuando les pregunté quienes eran y dónde estaba mi compañera de piso dijeron que ellos no sabían. Les pedí que limpiaran el baño por cómo lo habían dejado y me respondieron que eso entraba en el precio y no era cosa suya. Resulta que mi compañera estaba alquilando la habitación a turistas. A los dos días el casero la echó de casa". Lu.
12. "Entré en un piso en el que dos chicos ya llevaban viviendo un año. A mí siempre me ha gustado mirar en cada cajón, cada repisa y cada armario de los pisos que alquilo porque me parece fascinante la cantidad de papeles y objetos que se van dejando los anteriores inquilinos. Supuse que este piso no tendría gran cosa, pues los otros dos chicos ya habrían tenido tiempo de sobra para revisar la vivienda y deshacerse de lo que no era necesario. Aun así, revisé los cajones del mueble de la tele con la esperanza de encontrar algo y descubrí un sujetador de encaje rosa. Mis dos compañeros habían tenido pareja y varios rollos, así que creí que el sujetador sería de alguna de las chicas que habían ido al piso en el tiempo que llevaban ellos allí. Les pregunté y a ninguno le sonaba. Seguí buscando en los cajones y encontré documentos de hace 7 años. Así que el sujetador podía llevar allí 7 años (o más). En casi una década, ni los inquilinos anteriores ni los caseros habían abierto esos cajones ni limpiado lo que había dentro". Palo.
13. "Mi compañera se cagaba en la ducha". Alejandra.
14. "Tuve una compañera de piso tan cerda que, por no fregar, se compraba platos de plástico que son un poco duros y los iba tirando cada vez que los usaba. No os quiero ni contar cómo estaban otros objetos de la casa que no se podían reemplazar". Sufridora.
15. "Nos quedamos sin productos de limpieza y sin papel higiénico, así que fui al supermercado a comprar y gasté 4 euros del bote. Mis compañeras dijeron que preferían limpiarse el culo con la manga antes que gastar en papel higiénico y mierdas para limpiar". Ese.
16. "Mi compañera tenía todo el día metido a su novio en nuestro piso y cuando ella se iba a clase por la mañana él quedaba o se iba a su casa. Yo tenía clase por la tarde y un día me levanté de resaca pensando que no había nadie e iba completamente desnuda. Al salir por la puerta me choqué con el novio que llevaba una fuente de croquetas. Croquetas por el suelo y yo intentado taparme. Toda una fantasía. Desde aquella salí siempre vestida". Mel.
17. "Uno de mis compañeros de piso dejó durante dos semanas un plato con restos de comida sin fregar, que ya no se sabía ni qué comida era. Luego ese mismo compañero se quejó de que el resto no limpiábamos". Aulkero.
18. "El ambiente de mi piso era rarísimo, cada uno iba a la suya, nadie se esperaba para comer o cenar, no veíamos la tele juntos ni nada. Casi ni hablábamos. Pero lo peor era que uno de mis compañeros se comía mi comida. Yo veía menguar cada día mi paquete de galletas o mi cartón de leche y estaba harto. Para pillar al ladrón decidí rellenar un cartón de leche que había acabado con pintura blanca y dejarlo en la nevera. Nunca más me faltó comida". Estebancoestaocupado.
19. "Tuve un compañero de piso que empezó a dejar notas amenazadoras en la cocina. Nos dijo que era peligroso y que fuéramos a la policía para confirmarlo. Tras confirmarlo con la policía, llamamos al casero para que lo echara". Nutella.
20. "Mis compañeros de piso dejaron encendida la placa eléctrica de la cocina durante un fin de semana. Al volver estaba aquello negro y la cocina parecía una sauna. Gracias a Dios no se produjo un incendio". Palentino.
21. "Una noche llegué a casa después de salir de fiesta y mi compañero de piso (y casero) había movido todas mis cosas de mi habitación a la habitación de enfrente y viceversa por movidas de energías y corrientes. Dejé el piso a las dos semanas". Sofi.