Todo el mundo conoce Mr. Wonderful: la empresa que ha revolucionado los mensajes positivos insertándolos en cualquier producto que tenga una superficie lisa.
Tenemos pruebas de que la filosofía Mr. Wonderful no siempre encaja con el mensaje que quieres hacer llegar.
Y desde aquí vamos a presentar dichas pruebas y vamos a decir basta.
Prueba A: la vez que una persona decidió entregar su muestra de heces en esta bolsita.
Prueba B: la vez que un creativo pensó que quitar las zurraspas de mierda de tu váter podía ser un momento tan disfrutable como tomarte el primer café de la mañana.
Prueba C: la vez que Bayer decidió hacer este pareado utilizando esta asombrosa tipografía.
Yo que pensaba que ya lo había visto todo en la farmacia, llega @Bayer para sorprenderme
10 en intención / 0 en ejecución.
Prueba D: la vez que nadie pensó que tampoco hacía falta motivarnos para fregar.
Pero qué mierdas me estás contando.
¿POR QUÉ?
Prueba E: la vez que Mr. Wonderful se olvidó de que la vida, además de luces, tiene también sombras y para qué quiero yo esta puta mierda si ya no estamos juntos.
Que me meo JAJAJAJAJAJJAA
Se les rompió el amor.
Prueba F: cuando Durex pensó que algo que seguro que conseguía ponernos muchísimo durante el sexo era una alianza con El Cuquismo.
Oh Dios mío.
Prueba G: cuando tu desodorante te dijo que no te preocupases y que fueras feliz.
Madre mía hasta los desodorantes son mr wonderful ahora
"Don't worry, be feliz: hoy no hueles a choto".
Y, por último, prueba H: la vez que el mensaje positivo del día parecía sacado del diálogo de una película porno de los años 90.
