Lo que sea que tenga un cono de Nubeluz ha sido uno de los misterios más grandes que rodean a los niños de noventas.
¿Dulces, juguetes, nubes, o a una de las presentadoras? Nadie sabía, porque incluso quienes lo habían tenido, olvidaban todo, como si estuviésemos hablando de brujería.
Hasta que Monica Holm compró uno para su hijo después de la grabación de un programa reciente, y reveló lo que había dentro.
Holm dice que por 50 soles (alrededor de 14 dólares) logró poner sus manos en uno de lo icónicos conos. "Un tremendo conazo que era famoso porque decían que estaba lleno de dulces importados", escribe la mujer en Facebook.
A la publicación, compartida miles de veces, llegaron usuarios de la red a expresar su decepción. "Qué estafa", dice uno. "Qué tales sin vergüenzas", agrega alguien más.
A defender al ícono llegó Lorena Alvarez, una popular presentadora y periodista en Perú.
Sin rodeos ni indirectas, Alvarez se opuso a la opinión de Holm.
Mientras tanto, otros usuarios ya armaban frases filosóficas extraídas del cono.
Los diarios nacionales tacharon el tema como polémica.
Otros criticaron los hábitos financieros de sus paisanos.
Todo, para que al final, después de la "polémica", Holm le diera una lección a todos, al criticar la manera en que un país entero actuó, por una queja. Y concluye en paz y harmonía, "El cono es sano y sagrado".