A la Policía del municipio El Santuario, en Colombia, llegó un grito de auxilio. La persona al otro lado de la línea hablaba de un perro, raza pitbull, al cual alguien había abandonado en las peores condiciones.
"Olía horrible cuando llegamos", le dice a BuzzFeed en Español Alex Velazco, un policía de 23 años, que labora en el municipio de El Santuario.
"El animalito se encontraba con un lazo en el cuello, en un costal, lleno de moscas, sin agua y con daños evidentes en la piel", dice Velazco.
Velazco ayudó junto con otros colegas, incluyendo aquellos del área de Prevención y Educación Ciudadana de la Policía del municipio, del cual es parte el subintendente Fernando Otalvaro Vanegas. Entre todos, le dieron agua a la pitbull y la limpiaron.
"Inmediatamente lo atendimos, y lo trasladamos a la estación", dice el subintendente Otalvaro durante una entrevista con BuzzFeed en Español. "Allí recibió ayuda veterinaria, y se concluyó que el animal se encontraba en un alto estado de deshidratación y desnutrición".
La veterinaria reveló que el 50 por ciento de la piel de la perrita había sido afectada por la pérdida de pelaje y dureza. "Se encontraba básicamente putrefacta, con gusanos", dice el subintendente Otalvaro.
Llegó el momento en que se consideró llevar a la canina a un refugio, pero Velazco y sus compañeros rechazaron la idea. "No queríamos dejarla en manos de un lugar en donde seguramente la pondrían a dormir", dice el policía refiriéndose a la eutanasia.
De esta manera, la responsabilidad de la perrita terminó en manos del joven policía. Él y sus compañeros la alimentaron, proporcionaron medicamentos y vitaminas, y cuidaron de ella.