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    23 verdades que todo empleado de joyería conoce

    Señora, necesito que se aleje de los diamantes.

    1. Sacas cientos de piezas para enseñárselas a tu cliente, y casi siempre se va con la primera que vieron.

    2. O lo que es peor: se lo prueban todo y se marchan sin nada de nada.

    3. Los clientes creen que pueden devolver una pieza sin que te des cuenta de que la han estado usando durante meses.

    4. El concepto del espacio personal es algo totalmente desconocido, incluso cuando hay un mostrador entre el cliente y tú.

    5. Cuando le da un precio al cliente y te contestan: "Volveré, seguro", sabes que mienten.

    6. Empiezas a preguntarte si la gente comprende la diferencia entre un vendedor y un terapeuta.

    7. Cargar con pesadas bandejas de joyas una y otra vez al ritmo del hilo musical de la tienda te hace sentir que estás haciendo una especie de tabla absurda de gimnasia.

    8. No tienes palabras para explicar lo frustrante que es estar ayudando a un cliente y que alguien te interrumpa para pedirte que le enseñes una cosa que está en un estuche en el otro extremo de la tienda.

    9. Tu cliente se enfada de verdad cuando no tienes una pieza que se había imaginado.

    10. Y creen que, cuando no tienes algo, puedes ir a la parte de atrás y sacárselo en un pis pas.

    11. Hay distintas llaves para cada vitrina, y nunca consigues saber qué llave va dónde, a pesar de las etiquetas.

    12. Te olvidas continuamente de que llevas encima las joyas de la tienda, y vuelves al trabajo al día siguiente sintiéndote culpable por habértelas llevado puestas.

    13. Cuando sacas una bandeja con joyas, el cliente cree que puede cogerlo y probárselo todo.

    14. Cuando le preguntas a un cliente cuál es su talla de anillo, suele mentir.

    15. O no tienen ni idea, y tienes que medir cada uno de sus dedos.

    16. Sabes que las palabras "Solo estoy mirando" significan "Estoy a punto de hacerte un millón de preguntas en un solo minuto, así que prepárate".

    17. Tu idea del infierno es hacer inventario.

    18. Te preguntan continuamente si trabajas a comisión.

    19. Todas las mañanas hay un cliente gritándote que abras la tienda porque NECESITA ver una pieza en este mismo momento.

    20. Y cuando se acerca la hora de cerrar, siempre hay un cliente que te hace sacar varias bandejas de joyas a la vez.

    21. Los clientes se creen astutos cuando intentan regatear los precios contigo.

    22. Los clientes no comprenden que ayudas a cientos de personas como ellos todos los días.

    23. Has escuchado tantas veces la frase "¡Ajá, es gratis!" en referencia a un producto al que le falta la etiqueta, que te dan ganas de llorar.