Un tribunal de Argentina reconoció que Sandra, de casi 29 años, que ha pasado sus últimos 20 años encerrada en un zoológico de ese país, es un ser con sentimientos y se le debería otorgar mayor libertad.
Sin embargo, esto no se extenderá al resto de los animales porque los primates tienen cualidades especiales:
"Esto sólo se aplica al caso de Sandra y de los grandes primates, que tienen el 96% de identidad genética con los seres humanos", explicó el constitucionalista Andrés Gil Domínguez, abogado patrocinante de la Asociación de Funcionarios y Abogados por los Derechos de los Animales (AFADA), que pide el traslado de la orangutana para que pueda vivir en semilibertad o "libertad controlada".
Según informa la prensa argentina, este es un caso inédito y sin precedentes a nivel internacional debido a que los animales son considerados cosas.
También cuentan que pedidos anteriores a favor de grandes simios "en los que se alegaba que los grandes primates gozan de un cierto grado de raciocinio y poseen características emocionales similares a las de los humanos, fueron sucesivamente rechazados".
De acuerdo con Reuters, una petición para liberar a un chimpancé, propiedad de un privado en Nueva York, recientemente fue rechazada por una corte estadounidense que argumentó que no es una "persona" con derechos y protecciones.
Pero, la Cámara de Casación Penal de Buenos Aires dispuso que, pese a que la mona oriunda de las selvas de Sumatra no es un ser humano, se le puede aplicar el hábeas corpus*.
*La RAE define dicha figura legal como el "derecho del ciudadano detenido o preso a comparecer inmediata y públicamente ante un juez o tribunal para que, oyéndolo, resuelva si su arresto fue o no legal, y si debe alzarse o mantenerse."