Razones por las que Interstellar es objetivamente mejor que 2001: A Space Oddisey (y a la vez no)

Sólo para no perder a tantos amigos cuando expresara esta opinión en voz alta, decidí esperar a que ambas películas llegaran a Popcorn Time. Ahí están, puedes volver a verlas cuando quieras, no debería tomarte más de seis horas. Yo también soy muy fan de Stanley Kubrick y 2001: A Space Oddisey es una de mis películas favoritas de todos los tiempos, pero lo he pensado muy bien e Interstellar ocupa un puesto apenas un poco más alto dentro de mi top. Sobra decir que este artículo está lleno de spoilers.

Efectos Especiales

Kubrick usaba intimidación verbal y telepatía.

Es obvio y también un poco injusto. Los efectos especiales de Interstellar son mejores que los de Space Oddisey sólo por la indiferente y pragmática orden del tiempo, del mismo modo que un iPhone es mejor que lo que sea que usaran los humanos para mandar whatsapps en los 70s.

Interstellar tampoco tiene menos mérito por haberse producido en el auge del CGI. Una característica en común que tienen Kubrick y Nolan es que ambos están locos al punto de odiar a sus actores.

El interior del hoyo negro es un buen ejemplo. En una escena que igual pudo grabarse en un baño público pintado de verde, Christopher Nolan decidió construir esa trama infinita de espacio y tiempo en un set de tres pisos, sólo con impresiones, proyecciones y trucos de perspectiva.

TODO

Prácticamente todo lo que te puedas imaginar que un hombre normal habría reproducido con CGI, Nolan lo hizo en la vida real.

Las escenas del primer planeta al que llegaron fueron grabadas en un glaciar derretido, porque todos los estudios inundables en Hollywood exigían a la producción que usara agua y no lágrimas de actores.

Oh...

Seguro las tormentas de arena son CGI. ¿Qué más podían hacer? ¿Soplarle al desierto con ventiladores gigantes?

Incluso las tomas espaciales que vemos desde la nave son reales. En lugar de pintar las ventanas de verde, Nolan produjo una versión actualizada de la cartulina negra con hoyos, sólo un poco más elaborada.

Soundtrack

¿Qué hay de malo con el soundtrack de Space Oddisey? Absolutamente nada. E una película de dos horas con apenas cuarenta minutos de diálogo, lograr piezas visuales tan largas y profundas sin que queden como una película de Reygadas, requería de un diálogo perfecto entre imágenes y sonido. Kubrick lo admitió en un par de entrevistas, con el soundtrack él intentaba comunicarse más con el subconsciente y los sentimientos que con el intelecto.

Esa es la misma razón por la cual el órgano de Zimmer siempre suena tan fuerte. No pun intended.

Una de las nociones principales de Interstellar es que los sentimientos son más importantes que la razón, específicamente el amor. Cuando la doctora Amelia Brand explicaba que el amor es algo perceptible que trasciende barreras de espacio y tiempo, no sólo trataba de convencer a la tripulación de bajar al planeta de su novio, estaba revelando la causa y solución de todos los problemas en la película.

El soundtrack que Hans Zimmer compuso para Interstellar se logró con 34 cuerdas, 24 vientos, 4 pianos y un coro de 60 personas pero la voz principal y la más icónica es un órgano Harrison & Harrison de 1926

En una entrevista reciente, Zimmer admitió haber escogido ese órgano por su significado para la ciencia. Desde el siglo XVII hasta la invención de la central telefónica, el órgano había sido considerado el aparato más complejo diseñado por el hombre. Los tubos del órgano remitían a Zimmer a un viaje interestelar, físicamente por su semejanza con los tubos de escape de una nave espacial; auditivamente, por su relación con la experiencia de un astronauta en su traje, rodeado por el vacío, donde cada bocanada de aire cuenta.

Mucha gente se quejó por el diseño de audio de Interstellar, muchas veces la música es tan fuerte que ahoga los diálogos y, durante su primera semana, rompió la bocina de una sala IMAX en San Francisco. Christopher Nolan sabía todo eso.

Ese es el punto. La música comienza a ahogar los diálogos durante situaciones climáticas, cuando nada de lo que digan los personajes importa. No necesitamos escuchar la justificación del Dr. Mann cuando trata de asesinar a Cooper, al final es sólo un hombre que traicionó todo aquello en lo que creía para sobrevivir. Cuando Cooper vuelve a la estación y ve pasar frente a sus ojos 24 años en la vida de sus hijos, el único discurso que importa lo hace el rostro de Matthew McConaughey. Cientos de científicos dedicaron su vida a resolver un problema que no podían entender, pero al final el amor de Cooper y Murph fue lo que salvó a la humanidad.

La ciencia

Si eres un nerd seguro amaste Interstellar. No hay nada de qué avergonzarse, las personas más maravillosas del siglo XXI han sido sólo nerds.

Entre todos los subgéneros de la ciencia ficción, hay dos estilos que resaltan: Isaac Asimov contra Arthur C Clarke, la ciencia dura contra la especulación libre. En las historias de C Clarke, la ciencia es sólo un pretexto que hace posible la historia; con Asimov pasa todo lo contrario.

¿Qué tiene que ver Asimov con Interstellar? Todo, la influencia es clara. Justo cuando los más nerds habíamos notado la influencia de la saga de Fundación (de Asimov) en Interstellar, salió a la luz la noticia de que Jonah Nolan trabajaría en una adaptación de la saga para HBO.

Incluso la narrativa es similar, como divulgación científica disfrazada de aventura. Nolan hizo para la ciencia ficción lo mismo que hizo con Batman, lo hizo parecer real. Como los hermanos Nolan no son científicos, contrataron como productor ejecutivo a Kip Thorne, un físico teórico estadounidense, que ha hecho grandes contribuciones al campo de la física gravitacional y la astrofísica. Él supervisó personalmente que todos los detalles de la producción o de la historia fueran reales.

Y a la vez no...

Honestamente, sólo buscaba un pretexto para usar este gif

Nosotros somos las historias que contamos. Viendo el arte de cada generación podemos entender mejor sus miedos y ambiciones.

Escoger entre 2001 e Interstellar es como preguntarle un padre a cuál de sus hijos quiere más, es una pregunta ilógica, todos saben que a los tres los odia igual por haber arruinado su carrera musical.

2001: A Space Oddisey fue estrenada en 1968, un año antes de que Neil Armstrong pisara la luna por primera vez. La humanidad era arrogante y vivía llena de esperanza. La guerra fría nos dió décadas de temor constante por la aniquilación inmediata de la humanidad, pero las tecnologías que le debemos y los grandes avances en exploración espacial hicieron posible la idea de algún día colonizar otros planetas. 2001 es una historia escrita desde el orgullo y la esperanza.

Interstellar es una historia de ciencia ficción escrita desde el miedo. La humanidad no halló sus problemas explorando el espacio, llegaron casi como un castigo por su apatía y sus excesos. El mundo muere mientras la humanidad aún se reprocha haber invertido tanto en una ciencia que ya no tuvo tiempo de demostrar su potencial.

En 2001 explorábamos nuevos planetas, en Interstellar huimos de este.

En 2001 el villano es HAL 9000, la máquina más aterradora de toda la historia del cine. En Interstellar TARS es la única inteligencia artificial con la que interactúan los personajes, pero es leal y noble; la humanidad confía en su tecnología y, al final, es el Dr. Mann, el más valiente de todos los hombres, el que los traiciona.

En 2001 la evolución es posible gracias a un monolito colocado por fuerzas superiores. En Interstellar nosotros construimos nuestros propios monolitos, el agujero de gusano y el centro del hoyo negro son construidos por una humanidad futura que, más que imaginar su evolución como especie, acepta su soledad en el vacío infinito del espacio.

Dirigida por Michael Bay

Una película como 2001: A Space Oddisey, hoy en día sería inconcebible. A la segunda semana de filmación algún ejecutivo de Hollywood respaldado por un focus group de puros tontos le exigiría a Kubrick incluir más diálogos y explosiones en su película.

Incluso Interstellar es una película de autor, casi ignorada por la Academia y sin tanto éxito en taquillas. Interstellar es una obra maestra de la ciencia ficción, probablemente la mejor película de 2014 pero, como ocurre a menudo en la ciencia y el arte, Christopher Nolan sólo está parado en los hombros de un gigante.