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    32 Dulces mexicanos que pudiste haber olvidado

    Prepárate para la máxima avalancha de azúcar.

    Bebidas que rodean tu infancia mexicana:

    1. Antes que existiera la Fanta, había un clásico, colorido y exquisito sabor excepcional en los llamados Jarritos (jarabe de maíz de alta fructosa).

    2. Antes que hubiera Martinellis, había Sidral Mundet.

    3. La sangría Señoral fue tu primera introducción al refresco de uva.

    4. Para abrir una lata de Jumex, tenías que morder la pestaña de aluminio en la parte superior y despegarla lentamente. Si lo hacías bien, tu labio inferior era aspirado dentro de la abertura.

    5. Tu mamá compraba Tampico, porque Sunny D era excesivamente caro.

    6. Antes que apareciera un conejito bebiendo leche chocolatada por medio de una pajilla con espiral rojo y blanco, existió Pancho Pantera.

    7. El chocolate instantáneo caliente palidece ante el sabor de Abuelita.

    8. Las aguas frescas servidas en un vaso de poliestireno, siempre serán un atavismo a las salidas de los domingos después de misa.

    Los panes dulces para la refacción por los que le rogabas a tu mamá en el mercadito:

    9. Las conchitas siempre venían en dos sabores: chocolate y vainilla, aunque no sabían para nada a chocolate o vainilla. Sólo sabían increíble.

    10. De niño, ¿quién necesitó los Twinkies cuando tenías estos?

    11. Pero si estabas ansioso por algo como los Twinkies, habían en todo caso Submarinos.

    12. Esta caja contenía las mejores galletas Gamesa. Si tenías una familia grande, éstas se iban en segundos.

    13. No hay absolutamente nada como una Barrita dulce y blanda. Nada. Es única en su tipo.

    14. Los Bimbuñuelos eran asombrosos de por si. Pero si querías llevarlo al próximo nivel, tenías que romperlos en pedazos, ponerlos en un tazón y mojarlos en leche.

    Bomba.

    15. Si te portabas bien, tu mamá podía servir éstos de postre. Podrían no verse como gran cosa, pero ¡quién sabía que los cupcakes con sabor a vainilla (sin glaseado) podrían saber tan deliciosos!

    16. Estaban los clásicos buñuelos, que tus tías hacían cada Navidad. Golpear esa masa era siempre una sesión de ejercicios y no una opción.

    Los dulces que te harán recordar las fiestas de cumpleaños, bautismos y rosarios:

    17. Siempre recordarás lo increíblemente difícil que era abrir uno de éstos sin romperlo.

    18. Estas paletas contenían un poderoso picante y un sabor ácido al inicio, pero en cuanto más lo lamías, más dulce sabía.

    19. La forma apropiada de comer un Lucas es verter el "dulce de chile" en tu mano y lamerlo. No hay manera elegante de comerlos.

    20. Si tenías estos en tu refacción, eras el rey.

    21. Siempre recordarás tu primera vez con reflujo ácido.

    22. Probablemente no es el mejor dulce para comer, si sufres de coulrofobia.

    En serio...

    23. Antes que todos se volvieran locos por la Nutella, había Duvalin. La única diferencia es que Duvalin es mejor.

    24. Intenta decir Bubulubu tres veces rápidamente.

    25. Sí. Portico no era más que únicamente azúcar y polvo de chile picante. Alguien fue a la ciudad con estas combinaciones de chile y azúcar.

    26. Siempre recordarás cuando tu mamá te obligó a probar uno de estos camotes.

    ¿Son campanas lo que oigo? ¡Sí, lo son! ¡Es el paletero! ¡DIOS MÍO! ! ! !

    27. La paleta de helado más reciente de verano está hecho de tamarindo, chile y pepino. En resumen, lo es todo.

    28. Sí. Paleta de cactus. Es una cosa. Es brillante.

    29. CHICLE. CHICLE. PALETA. De eso se trata.

    30. ¿Paleta de mango y chile? SÍ, ¡POR FAVOR!

    31. Estarías sorprendido de lo increíble que son las paletas de guayaba.

    32. El que pensó que Lucas podría ser una gran paleta, es un genio.