"Nuestros hijos son hoy los hijos de un México que, por la violencia incubada en un estado delincuencial, se ha convertido en una enorme fosa común".
Eso dijeron el mes pasado los padres de los 43 estudiantes desaparecidos, durante una conferencia de prensa convocada por el grupo de derechos humanos Tlachinollan, en Guerrero.
A meses de la desaparición, aún no se encontraron los cuerpos de los estudiantes, y es muy probable que se sumen a la lista de cadáveres no identificados que se encuentran por todo México. Se estiman que hay 23.000 personas desaparecidas, pero la cifra podría ser aún mayor porque mucha gente no hace la denuncia por temor a reprimendas (e incluso por miedo a terminar del mismo modo que los desaparecidos).
Karla Zabludovsky, radicada en México, corresponsal de BuzzFeed News para Latinoamérica, comenzó esta investigación en enero, y pidió en reiteradas ocasiones a diferentes organismos gubernamentales datos sobre las fosas masivas en donde se entierran cuerpos de personas desaparecidas, que muchas veces no son identificadas.
Este gráfico explica la cantidad de fosas clandestinas que fueron descubiertas en todo México, y mediante qué autoridad:
Algunos de los datos que vale la pena destacar:
- Estos números son estimaciones, y en verdad puede que haya muchos casos más. No existe un registro detallado y fidedigno de las tumbas clandestinas.
- Nadie (y cuando decimos nadie, queremos decir NADIE, ni siquiera el gobierno) sabe cuántas fosas con cuerpos anónimos hay en el país.
- BuzzFeed News hizo peticiones al gobierno federal y a 32 estados. No solo ninguno tiene cifras exhaustivas, sino que además los reportes se contradicen y muestran inconsistencias. Algunos se negaron a dar información, o ni contestaron.
- En los 27 estados que respondieron se desenterraron 228 tumbas clandestinas, que contenían 972 restos humanos, una cantidad mayor a la registrada oficialmente.
- Según los analistas, las autoridades no parecen interesarse ni ser capaces de investigar y documentar estas fosas.
- Hay familias que se arriesgaron a investigar por sus propios medios, a veces a costa de un gran riesgo personal, por que estaban decepcionadas de la falta de pericia y desidia de las autoridades.
En este gráfico, comparamos la cantidad estimada de fosas comunes por estado:
Algunos de los entrevistados dijeron:
"La estrategia es: si ya controlas cierto territorio, no llames la atención, haz desaparecer los cuerpos", dijo De la Cruz, el experto en seguridad de la Universidad Nacional Autónoma de México. A diferencia de las ejecuciones y las torturas, "las tumbas clandestinas son más siniestras. No sabemos cómo murieron, ni con qué nivel de brutalidad", agregó De la Cruz.
"Las fosas hablan" dijo Alejandro Hope, analista en seguridad y ex oficial de inteligencia. "Nos cuentan algo sobre sus motivaciones. En algunos casos, quieren hacer un desplante público de su brutalidad, en otros no".
Para Zabludovsky, todo esto habla de un estado de terror en México que afecta a todas las personas por igual. En sus palabras: