En 1955, Disneyland abrió sus puertas por primera vez y entre las áreas principales se encontraba una tierra digna de ciencia ficción: Tomorrowland.
Walt Disney decidió crearla para reflejar el avance del hombre en la tecnología y el camino que nos esperaba para alcanzar cosas inimaginables.
Con 54 años, el creador más famoso visualizó así el futuro:
Monorrieles, autopistas y hasta transportes marítimos.
La entrada al futuro se vería así.
Cohetes que volarían como reemplazo de los coches.
Submarinos como transporte alterno.
Y mucha moda intergaláctica.
Pero en 1967, el futuro se renovó para transformarse en esto:
Varias atracciones cerraron para darle paso a nuevas como el Mighty Microscope.
Y la legendaria montaña rusa, Space Mountain.
Lo cierto es que, Tomorrowland ha evolucionado.
Ahora, el futuro será transportarnos entre las órbitas de los planetas.
Y viviremos en una fantasía steampunk.