Tal vez estés dando un paseo, en el trabajo, en una cita o sentado en casa viendo Netflix y, literalmente, sin razón alguna, de repente sientes que algo está muy mal.
1. Cualquiera puede tener un ataque de pánico.
2. Cerca de seis millones de personas de Estados Unidos tienen un trastorno de pánico.
3. Algunas personas son más propensas a desarrollar un trastorno de pánico que otras.
4. Los síntomas de un ataque de pánico son agobiantes y muy reales.
5. Lo que en realidad estás sintiendo durante un ataque de pánico es una exageración de la excitación del sistema nervioso simpático.
Entonces, ¿qué está sucediendo realmente en Tu cuerpo para causar todo este caos? Wilson explica: Primero el cerebro recoge alguna amenaza percibida, lo que podría ser algo así como un pensamiento aterrador aleatorio del que ni siquiera eres consciente o un extraño ritmo cardíaco. El tálamo lleva esa información sensorial a la amígdala, lo que se traduce como peligro y provoca la activación del sistema nervioso simpático, el cual emite la respuesta de lucha o huida. Durante este tiempo, se secreta epinefrina (adrenalina del cuerpo) en el cerebro y el cuerpo, lo que provoca síntomas como aumento del ritmo cardíaco, respiración rápida, sudoración, aumento de la tensión arterial, dilatación de pupilas, sequedad de boca y otros.
Estas son respuestas simpáticas normales (sucederían de forma natural si estuvieras en una pelea contra un león), pero como no estás frente a un león, empiezas a entrar en pánico y a atribuir significado a estos síntomas para tratar de darles sentido, como que tienes un ataque al corazón / tienes una reacción alérgica / estás punto de desmayarse / muriéndote / etc. Este miedo y pánico pueden causar otros síntomas que entran en juego y también pueden provocar hiperventilación (que puede añadirse a síntomas como temblores, hormigueo, mareos, dificultad para respirar, dolor en el pecho, etc.).