La mandataria recibió a Iair Gabriel Tawil, de 21 años, en su despacho de la Casa de Gobierno. El joven fue acompañado por su familia.
Tawil es el primer ahijado presidencial de la religión judía, ya que se acostumbraba a realizar la ceremonia con ahijados de la religión católica hasta el 2009.
Mágico fue recibir a Iair Tawil, 1er ahijado presidencial de nuestra historia que profesa la fe judía.
Esta tradición presidencial se remonta a 1907. Y en 1973, el gobierno argentino la convirtió en ley. Y al año también se extendió a las niñas. Esto, con el fin de evitar que los niños fueran maltratados en las zonas rurales.
Yo no lo sabía, pero su visita coincidía con la celebración de Hanukkah. El papá, decía que no era una casualidad…
De acuerdo con el folklore argentino, el séptimo hijo de una familia cuando cumple los 13 años se convertie en una criatura similar al hombre lobo, llamado "el lobizón". La misma se alimenta de excrementos y bebés no bautizados.
La ley 20.843 de ese país dice que "garantiza el padrinazgo del Presidente de la Nación en funciones al momento del nacimiento del séptimo hijo varón o la séptima hija mujer de una prole del mismo sexo".
Iair, 21 años, dulce total. Su familia, una maravilla. Su mamá, Reina Ester. Su papá, Salomón, rabino. Sus hermanos: Rafael, Eliel y Eitan.
La ceremonia de madrinazgo/padrinazgo presidencial también incluye la entrega de una medalla de oro y una beca educativa para los jóvenes.
Tenía razón. Me trajeron de regalo un candelabro de Israel. Me pidieron que encendiera las velas…
En 1993, los padres de Iair le habían escrito al presidente argentino de ese momento para solicitarle la adopción, según informa the Jewish Telegraphic Agency.
Y a Iair, que hiciera el rezo. Un momento muy especial. Después me dijeron que tenía que apagarlas y pedir un deseo…
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Actualización:
El historiador argentino Daniel Balmaceda le dijo a The Guardian que la tradición presidencial del ahijada/o no es sobre hombres lobos. Balmaceda dice que la tradición se remonta a la Rusia zarista, donde el zar sería el padrino del séptimo hijo de una familia.
Sin embargo, lo que The Guardian no menciona es que la tradición se basa en un cuento popular europeo sobre el séptimo hijo de una familia que se convierte en un hombre lobo.